Está claro que empezar a correr es un poco más complicado que comprarse unas zapatillas y salir a correr al parque. No es un deporte que tenga una adaptación tan sencillo como parece a priori. Sobre todo, como es el caso de mucha gente, si llegan al Running para perder peso y no han hecho otra actividad deportiva en los últimos meses (a veces no han hecho nada desde que salieron del colegio y ya no había que ir obligatoriamente a la Educación Física).
Correr necesita una adaptación muscular y articular (por eso no se recomienda en ningún caso aumentar en un 5% el tiempo que corremos de una semana a otra). En los primeros meses de correr es clave evitar lesiones (estirar al terminar cada sesión es clave, al igual que no correr nunca dos días de seguido: si tienes “mono” de deporte ve al gimnasio, monta en bici o nada en la piscina) y también mantener alta la moral. Muchas veces parece imposible hacer 20 minutos seguidos corriendo pero mucha gente que empezó así correr ahora maratones y en marcas muy buenas. Hay que evitar ir al parque pleno de moral y salir a correr a tope para estar parado a los 5 minutos apoyado en papelera y pensando que no vales para esto. Es mucho mejor empezar con humildad, haciendo entrenamiento de “cacos” (caminar-correr) en los que cada vez andaremos menos y correremos más. Aquí tenéis gratis uno de estos planes que os podemos garantizar que funcionan. https://www.sportlife.es/entrenamientos/cuatro-semanas-empezaras-correr
Es muy importante el ritmo al que vamos. Por supuesto que un pulsómetro nos va a ayudar (manteniéndonos en esta primera fase como corredores siempre por debajo del 75% nuestro máximo que podemos estimar restando nuestra edad a 212). Debemos aprender también a seguir nuestras sensaciones. Una ley que debemos seguir para estar seguros de que no vamos por encima de nuestro ritmo es poder siempre hablar mientras vamos corriendo. Si no puedes decir el "Padrenuestro" cuando corres sin que se entrecorte la voz es que estás haciendo el rodaje demasiado rápido.