El conquense Ángel Llorens fue uno de los mejores corredores de montaña de su generación. Reconvertido a atleta de trail running, es uno de los grandes especialistas de las carreras verticales, el explosivo reto de subir por las escaleras en cronoescalada los edificios más altos del mundo.
Aquí nos cuenta su experiencia tras participar en la prueba de la Copa del Mundo de Carrera Vertical de Hong Kong. El reto era enorme, de 484 metros de altura y 2.120 escalones para ser exactos, la subida al ICC (International Comercial Center) de Hong Kong. Y lo superó con un magnífico sexto puesto.
¿Cuál era tu estrategia antes de empezar? ¿La cumpliste?
La estrategia era no precipitarme al principio y llegar con algo de fuerza arriba. El comienzo fue así, pero la parte final fue realmente dura y me fallaron un poco las fuerzas…
¿Te da tiempo a pensar durante una actividad tan explosiva?
Al principio no, solamente piensas en subir lo más rápido posible. En esta concretamente, ya en las últimas plantas te da por pensar y ver lo que te queda hasta llegar al final.
¿Cuál fue el momento más crítico de la subida?
Sin duda cuando tuve que engancharme a la barandilla para impulsarme e intentar aguantar el ritmo. Ahí fue cuando más sufrí.
¿Qué esperas de una zapatilla para una competición como esta?
Busco un calzado que me transmita buenas sensaciones en cuanto ligereza, confort y ajuste. Elegí la Wave Hitogami de Mizuno.
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