La "receta" que suelen usar los corredores antes de una carrera de medio maratón o maratón es tomar una aspirina por la noche y otra por la mañana y siempre con alimentos para evitar el efecto de su acidez sobre la mucosa gástrica.
La aspirina tiene una doble función, antiinflamatoria y analgésica, que puede equilibrar la inflamación muscular, tendinosa y articular que se produce con el ejercicio de larga duración y a la vez aliviar molestias. La aspirina además libera sustancias vasodilatadoras y tiene un efecto fluidificante en la sangre, por eso hay muchos estudios que demuestran su acción antitrombótica, preventiva de la arterioesclerosis y la formación de depósitos grasos en las arterias. Estas propiedades también son positivas de cara al rendimiento deportivo. Además otros científicos han demostrado sus bondades para evitar el cáncer de colon, aunque eso poco tiene que ver con el deporte.
De todas formas conviene saber que tiene sus contraindicaciones, como medicamento que es. No se recomienda a menores, diabéticos, personas que estén tomando anticoagulantes, personas con síndrome de Reye ni a mujeres deportistas que tengan la regla en el momento de la competición. Tampoco se lleva muy bien con el alcohol, de hecho se desaconseja si vas a tomar más de tres bebidas alcohólicas por día, por el riesgo elevado de irritación gástrica. La conclusión es que no es ninguna leyenda urbana infundada pero que debes tomar precauciones.