Y no es así. En la tabla tenéis una referencia de frecuencia de zancada a diferentes ritmos pero hay que tener en cuenta que hay grandes diferencias de peso corporal, calidad y cantidad de tejido elástico, longitud de palanca…que van a condicionar de forma determinante nuestra frecuencia de zancada. Hay corredores cuya economía de carrera radica en una mayor frecuencia y para otros en la amplitud.
Hay ejercicios que puedes incluir en tu entrenamiento para mejorar tu frecuencia:
- Series rápidas de 50 metros en las que debes fijarte en que es la zona del mediopié la que toma contacto e impulsa el cuerpo
- Llevar el talón atrás durante unos sprints
- Exagerar el braceo hacia atrás con los codos
- Es un punto clave la movilidad del tobillo. Haz ejercicios que contribuyan a lograrla.
También ayudará el de vez en cuando subir las escaleras de dos en dos. Te obliga a una mayor zancada y además a incrementar el gesto impulsor.