En agosto los termómetros alcanzan sus temperaturas más altas, no es necesario dejar de correr, pero sí que debemos tomar ciertas precauciones para evitar problemas graves.
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Sé prudente. Correr una hora a pleno sol y con 40º no te hace mejor deportista… casi todos los problemas relacionados con el deporte y el calor vienen por imprudencia, no por desconocimiento. Si realmente no tienes otro momento, mejor prueba a nadar o haz una visita el gimnasio (casi seguro que te están echando de menos). Evita las series y los grandes desniveles, los días de calor limítate a los rodajes suaves de 40 minutos como mucho.
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Elige bien la hora. Mejor a primera hora de la mañana o a última de la tarde, siempre buscando las sombras y en entornos naturales (el asfalto retiene el calor). Y siempre que puedas, corre cerca del mar, de un río, de un lago, en un bosque, etc.
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Mantente bien hidratado, muy especialmente si entrenas a primera hora de la mañana, en ayunas. No se trata solo de beber justo antes de salir a correr, sino de mantenerte bien hidratado durante todo el día.
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Utiliza protección solar incluso en días nublados. Ropa técnica con filtro UV (a ser posible con colores claros y que no sea ceñida), gorra, gafas de sol y cremas protectoras.
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Detente de inmediato y pide ayuda si notas mareos, dolor de cabeza, náuseas, visión borrosa, ves manchas de colores o sientes calambres. Es probable que no sea grave, pero pueden ser los primeros síntomas de un golpe de calor, que puede resultar mortal.