De forma consciente y, en otras ocasiones, de forma inconsciente, incluimos cargas a la carrera que más que ayudar resultarán un grave inconveniente, desvirtuando incluso la técnica de carrera. Correr con lastres o mancuernas Además de no aportar ningún beneficio, puede causar alteraciones mecánicas y musculares. El sobrepeso provoca estrés en la cadera, columna lumbar, rodillas y tobillos. La carrera ya representa un ejercicio con impacto, si a esto le añadimos una carga extra, por muy ligera que sea, en el impacto del pie con la superficie, esta carga se verá multiplicada hasta por cuatro. Por otra parte, la inercia que genera la sobrecarga en la zona distal de la articulación modificará la mecánica del gesto, aparecerán fuerzas añadidas y variaciones en el centro de masas que el sistema muscular tendrá que compensar. Puede interferir en la técnica adecuada de la carrera y representará una dificultad añadida a la estabilidad, sobre todo en las mujeres por su mayor amplitud de cadera.
Correr con el móvil
Llevar un objeto en la mano, así como los cables de los auriculares interfiriendo en el movimiento de los brazos, alterará la mecánica natural del movimiento de estos y la técnica. Si utilizas música para salir a correr es mejor opción acercar el móvil al cuerpo para que interfiera lo menos posible en el centro de masas y en el balanceo del brazo. Ponlo en la cintura o en la zona superior del brazo. También es importante que los cables no invadan el espacio de los brazos, una opción es situarlos bajo la ropa y que asomen por el cuello.
Botella en mano
Hidratarse es necesario, pero llevar una botella en la mano no, aunque tan solo sean 300 ml, el peso balanceándose en una mano afecta significativamente a la mecánica del braceo y también a la estabilidad y a la técnica. Usa cinturones de hidratación que se sitúan muy cerca del cuerpo sin interferir en la mecánica.