Muchos trabajan sus cuádriceps, glúteos y gemelos pero pocos ciclistas potencian los antebrazos, y especialmente en mountain bike, junto con los hombros, tienen una importancia verdaderamente alta. Puede suponer la diferencia entre frenar a tiempo y mantener la trayectoria en una zona de baches o salir de bruces volando por encima del manillar.
Con una barra o un palo de escoba, una cuerda y un objeto pesado (una mancuerna o cualquier otra cosa) te construyes este aparato, que te ayudará a evitar el tortazo con sólo dos ejercicios.
El "enrrollao" |
Gira el palo para que la cuerda se enrrolle y levante el peso, girando la mano de atrás adelante. Desenrrolla y sube luego al revés, de adelante a atrás y desenrolla de nuevo: esto sería una repetición. → Haz 3 series de 6 repeticiones, todo lo rápido que puedas, descansando 1 minuto entre repeticiones y 2 entre series. |
Palo arriba |
Con los brazos por delante y los codos semiflexionados, como en la bici, eleva el palo todo lo que puedas, manteniendo tus abdominales bien contraídos para estabilizar el movimiento. → 3 series de 6 elevaciones con 1 minuto de descanso entre las series. |