¿Sabes que el origen del cheesecake o tarta de queso está en la antigua Roma y los deportistas olímpicos? Te contamos la historia del libum pastel de queso de los deportistas de la antigüedad y la receta para que puedas hacerlo en casa, y disfrutar de un cheesecake olímpico.
¿Qué es el Libum?
El Libum es un pastel tradicional de la antigua Roma que se preparaba originalmente como una ofrenda a los dioses, especialmente en ceremonias religiosas. Más tarde, se convirtió en un alimento popular en la vida cotidiana romana.
Era un panecillo horneado hecho con harina, huevo y queso tipo ricota, que se tomaba rociado con miel caliente. Con una textura entre un panecillo horneado y un queso blando horneado, bastante agradable y energético.
También era conocido como el "pastel de los deportistas griegos y romanos" porque su composición lo hacía energético y nutritivo, ideal para quienes realizaban actividad física o competían.
Este pastel está hecho principalmente de queso fresco, harina, miel y a veces hojas de laurel. Es una preparación sencilla, rica en carbohidratos y proteínas, lo que lo convierte en una receta perfecta para deportistas, incluso hoy en día.
El Libum es una receta histórica que sigue siendo relevante para deportistas y personas activas hoy en día, gracias a su equilibrio entre carbohidratos, proteínas y su capacidad para proporcionar energía duradera. Además, es una forma deliciosa de conectarse con la gastronomía de la antigüedad. ¡Ideal para probar antes de una sesión de ejercicio o como merienda saludable!
Receta de Libum (pastel de los deportistas griegos y romanos)
Ingredientes:
- 250 g de queso fresco (ricotta o un queso suave y húmedo similar).
- 100 g de harina de trigo (puedes usar integral si prefieres una versión más moderna).
- 1 huevo.
- Miel al gusto (para endulzar y decorar).
- Hojas de laurel (opcional, para aromatizar).
Preparación:
Prepara la masa en un bol: Mmezcla el queso fresco con el huevo hasta obtener una textura homogénea. Añade la harina poco a poco, formando una masa suave y moldeable.
Forma los panes/pasteles, divide la masa en pequeñas porciones y dales forma de panecillos o discos planos. Si deseas aromatizar, coloca una hoja de laurel debajo de cada pastel.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca los pasteles en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal y hornea durante 30-40 minutos o hasta que estén dorados por fuera.
Puedes añadir miel como en la Antigua Grecia. Al sacar los pasteles del horno, vierte miel por encima mientras aún están calientes. Esto les dará un toque dulce y un brillo apetitoso.
Beneficios para deportistas:
- Alto valor energético: La combinación de queso fresco, harina y miel proporciona carbohidratos para energía rápida y proteínas para recuperación muscular.
- Fuente natural de nutrientes: La miel aporta antioxidantes y la harina, si es integral, agrega fibra y minerales esenciales.
- Fácil digestión: Gracias a su sencillez, es ideal como snack pre o post-entrenamiento.