Hacía un día estupendo, todos necesitamos liberar la cabeza de esta angustia de no saber qué pasará con nuestro futuro y el de nuestras familias en las próximas semanas, pero nada sirve de excusa para no cumplir con nuestra responsabilidad de estar en casa. Podemos decir que voy a ir sólo al monte (luego en la práctica siempre acabas teniendo contacto con alguien o tocando algo) pero no sólo por el contagio. Es que, aunque estoy seguro que tratas de minimizarlo al máximo, en la actividad deportiva siempre hay una parte de riesgo que no está en nuestro control y ahora mismo cada minuto de los servicios sanitarios vale oro para tener que dedicarlo a uno de nosotros que se haya caído con la bici, o como pasó ayer en Cataluña en un montañero que tuvo un accidente y debió ser rescatado con una importante fractura en una pierna.
Además, tengamos en cuenta que en el estado de alerta que actualmente nos encontramos ya no son válidos los seguros de la federaciones, y que además podemos (y deberíamos) ser sancionados por realizar una actividad de ocio que ahora mismo está prohibida por ley en España.
Claro que los deportistas en casa estamos enjaulados, de mal humor, encima no hay deporte en la tele (puedes ponerte a ver los documentales de Kilian Jornet que, un gran detalle, ahora son gratis), pero con imaginación y un poco de ganas se puede entrenar en casa y además podemos compensar a la familia del tiempo que entre el trabajo y el deporte muchas veces no les dedicamos. Y si te viene el “veneno" ese que tenemos los deportistas de no aguantarte sin salir a entrenar, hazte a la idea de que estás lesionado durante unas semanas.
Para nosotros los retos suelen ser un maratón, la Quebrantahuesos, el Medio Ironman…pues esta vez la medalla de finisher parece más sencilla pero seguramente nos cueste más conseguirla: estar en casa para que ganemos todos.