Mira que prometen cosas los políticos en las elecciones pero parece que los deportistas no votamos o que nos importa bien poco que nos cuiden. Quizá hasta nos merecemos la discriminación que sufrimos. Ya he escrito mil veces que para los que manden el importante papel que juega el deporte (ya sabéis sus argumentos: el ahorro en Sanidad, los valores que aporta a la sociedad…) no pasa de los discursos.
El deporte, incluso el infantil o el de la tercera edad, se mantiene con el impuesto del 21% como si fuera algo de lujo y no algo básico para un estilo de vida saludable. Una discriminación absoluta con otros sectores como el cine o el teatro que desde hace años no sólo reciben importantes subvenciones sino que además sus entradas sólo se cargan un 10% de IVA.
Estos días mi hijo pequeño Sergio se prepara para cumplir los 18 años y el otro día estuvo mirando del bono cultural joven al que ahora tiene derecho. Son 400 euros que puedes gastar en ir a festivales de mñusica, al teadro, al cine, a museos o a los toros o a comprar libros, periódicos, revistas, partituras, películas o videojuegos. ¿Me parece mal? Por supuesto que me parece correcto que se acerque a los jóvenes a la cultura, aunque haya también quién hace mal uso y sólo hacer ver en Wallapop cómo hace crecido la venta de videojuegos usados que no han sido abiertos (buena forma de “blanquear” el dinero del bono).
Lo que no entiendo es que no exista también un bono cultural joven para deporte, que puedas gastar en el gimnasio, en la compra de material deportivo o en inscripciones de eventos deportivos populares. No me digáis que no es buena idea. ¡La regaló para cualquier partido político!