Las 3 claves para generar testosterona

Testosterona, la cuidadora del músculo, con estos trucos aunmentarás tus niveles

Domingo Sánchez

Las 3 claves para generar testosterona
Las 3 claves para generar testosterona

Uno de los beneficios del entrenamiento es que consigue estimular hormonas importantes como la testosterona, que además de favorecer el rendimiento deportivo posee otros beneficios relacionados con la salud y la calidad de vida.

La testosterona es la principal hormona androgénica. En el hombre el 95 % de la producción total de testosterona se produce en los testículos, produciendo de 5 a 10 mg/día. El resto de la testosterona (5%) se produce en la corteza suprarrenal y el cerebro. La mujer produce 10 a 20 menos testosterona que el hombre y su producción se encuentra en la corteza suprarrenal, el cerebro y los ovarios.

La acción de la testosterona en el músculo estimula la transformación de las fibras musculares hacia el tipo IIB, más fuertes y menos resistentes. De forma indirecta también estimula la liberación de GH (hormona del crecimiento) responsable de la síntesis proteica y los procesos de reparación muscular.

Disminuye la grasa corporal favoreciendo su utilización en el metabolismo como suministro energético. Cuestión por la que se está proponiendo el entrenamiento de fuerza en programas de pérdida de peso.

Los estímulos de alta intensidad influyen de forma directa sobre la estimulación y finalmente la secreción de las hormonas anabólicas como la testosterona. Las cargas entre el 85 y el 95% con pausas cortas entre series provocan un aumento de testosterona en sangre postejercicio que a su vez estimula la liberación de la hormona de crecimiento.

La evidencia científica muestra como la respuesta anabólica (el desarrollo muscular que todos deseamos para ponernos grandes y fuertes) es proporcional al tamaño de la musculatura implicada en una acción resistida. Por tanto, los mejores ejercicios son aquellos de carácter general multiarticulares que son capaces de mover grandes cargas como el squat, press de banca o el peso muerto.


El principal factor inhibitorio de la testosterona es la hormona cortisol. Los entrenamientos mal diseñados podrían generar una elevada producción de cortisol, esto se acompañaría de un aumento de la atrofia muscular y una disminución de la fuerza con el consiguiente efecto negativo en el rendimiento deportivo. Esta es una de las razones de peso para que todo entrenamiento de fuerza sea corto e intenso.

Con cortos periodos de descanso provocaríamos una mayor acumulación de lactato, cuestión determinante debido a que esta situación aumenta las catecolaminas, hormonas que a su vez estimulan la secreción de testosterona. Si deseamos una máxima estimulación hormonal, además de una elevada intensidad, es fundamental utilizar un tiempo de recuperación entre series no superior a 60”.

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