La mejor forma de sacarle todo el partido a tu bici es que te quede perfecta, y esto es lo que consigues con una prueba biomecánica, un ajuste personalizado a tus características físicas, tu enfoque, tus posibilidades y tus preferencias. ¡Y no te pienses que esto es solo para profesionales!
Este mes queremos contaros la importancia de una prueba biomecánica. Mucha gente puede pensar que este tipo de pruebas son solo para ciclistas profesionales o de alto nivel. Nada más lejos de la realidad, os aseguro que es algo fundamental para todo el mundo. Cuando adquirimos nuestra primera bicicleta lo más importante es ponerla a medida. Una altura de sillín adecuada, un retroceso del mismo, una altura de manillar, longitud de potencia, de bielas, colocar bien nuestras calas en las zapatillas… son factores que tienen que estar controlados. No vamos a pensar solo en el rendimiento, vamos a pensar en lo más importante: prevenir las lesiones.
Estirar demasiado la pierna, llevar la espalda forzada o estar pedaleando con las rodillas de manera antinatural, van a causarnos molestias que pueden desembocar en lesión. Por otro lado, para los que ya tenéis bici, el invierno es un momento idóneo para introducir cambios. Bajamos la intensidad de nuestras salidas y aprovechamos para trabajar en gimnasio (lo veremos en próximas ediciones) o hacer rodillo, por la climatología. Pensamos en objetivos de cara al próximo año y antes de comenzar a pedalear de manera más intensa, una prueba biomecánica es ideal.
¿Por qué? Porque podemos eliminar o reducir los dolores y las molestias ocasionadas por una mala posición como pueden ser el dolor de cuello, el adormecimiento de los pies o la incomodidad sobre el sillín. También podemos saber cómo se aplica la fuerza en el pedaleo y establecer si hacemos más fuerza con una pierna que con otra. Por tanto y aunque suene raro, nos sirve para ser más felices sobre la bici.
¿QUÉ ES UN BIKE FITTING?
“Bike fitting” para que lo entendáis, consiste en adaptar una bicicleta al ciclista en función de sus características morfológicas, su experiencia y objetivos, con el fin de conseguir su máxima comodidad y su máximo rendimiento. La persona que realiza esta labor recibe el nombre de “bike fitter”, “fitter” o biomecánico.
El tiempo de duración del estudio depende de muchos factores, pero está en torno a dos horas y media. El “fitter” comenzará con una entrevista al deportista y una valoración morfológica completa. Después se procederá al análisis y ajuste de todos los elementos y parámetros que entran a formar parte de la acción ciclista, empezando desde pies y acabando en las manos: ajuste de las calas, adecuación del pie en la zapatilla, determinación de la altura y del retroceso de sillín y finalmente ajuste de la altura de manillar y distancia de este al sillín. El estudio acabará con la recogida de las medidas finales de la bicicleta y con la elaboración de un informe.
La bici de Luis lista para ser adaptada. Tanto el sillín como el manillar, que están separados del cuadro para el fitting, se pueden mover arriba, abajo, adelante y atrás hasta encontrar la posición ideal.
Durante el proceso, el fitter, además de tener un constante feedback con el ciclista, se ayudará de herramientas de análisis específicas como pueden ser rodillos instrumentados para valorar la pedalada, láseres, sistemas 3D de captura de movimiento o del sistema más moderno del mercado y del cual disfrutamos durante este reportaje, el sistema BA System de Fit4bike. La utilización de este tipo de herramientas junto con la experiencia y comodidad del fitter asegurarán el buen resultado del posicionamiento.
Yo he sido profesional y me he dado cuenta de que cada ciclista es un mundo. Siempre intentábamos buscar una posición aerodinámica, agresiva, "racing", por decirlo de alguna manera. Pero ahora que practico el ciclismo de otra manera, me doy cuenta de que todo va en función de nuestros objetivos, anatomía, lesiones que hayamos tenido, tiempo que llevamos pedaleando… No os fijéis en vuestro compañero de grupeta, en vuestro ciclista preferido durante el Tour… fijaos en vosotros mismos. Buscar vuestra excelencia sobre la bici, esta será distinta a la del resto e igual de buena. A veces cometemos el error de querer ir demasiado agachados buscando aerodinámica, con el sillín alto para tener buena planta o llevamos un sillín estrecho para que la bici quede bonita y no siempre es lo mejor. Nuestro posicionamiento vendrá dado por muchos otros factores, como los que os acabo de comentar.
También os digo que a medida que pasen los años, habrá que ir modificando la posición. No basta con un estudio biomecánico de por vida. Por ejemplo, un ciclista que acaba de empezar a pedalear no tendrá la misma posición ni irá igual de cómodo con ella dos años más tarde, ya que probablemente haya ganado en experiencia, manejo de la bici y forma física.
Seguramente con las nuevas condiciones su cuerpo le pedirá ir en una postura más agresiva. Al igual que no tendrá la misma posición un ciclista cuando tiene 50 años que cuando tiene 60, el cuerpo envejece, la musculatura y las articulaciones tendrán menor rango de movimiento y el cuerpo se sentirá más cómodo en posiciones más relajadas.
Hoy he venido a hacerme el estudio con mi amigo “Javi”. Con él comparto habitualmente entrenamientos, pedaleamos en muchas ocasiones juntos. Fijaos qué distintas son nuestras posiciones y los dos vamos cómodos y no tenemos molestias.
Luis Pasamontes lleva una posición muy aerodinámica y plana, con el tronco próximo a la horizontal, como postura de máxima eficiencia. Se notan los largos años en los que fue profesional del ciclismo en ruta.
Un ciclista aficionado, como Javier, logra la máxima comodidad y eficiencia con una posición diferente a la que necesita Pasamontes, con el tronco más erguido.
Hay que buscar el equilibrio entre comodidad y rendimiento. De qué nos vale ir tumbados en la bici para ejercer poca resistencia contra el viento, si no somos capaces de aguantar esa posición ni de desarrollar la fuerza sobre los pedales.
En los últimos Campeonatos del Mundo de ciclismo hemos visto posiciones muy diferentes entre ciclistas como Tony Martin o Castroviejo, también vemos posiciones raras como la de Froome, pero ellos ejercen fuerza y van cómodos así. No les importa lo bien que queden delante de la cámara, solo les importa no lesionarse, rendir e ir cómodos. Por tanto, te recomiendo que tampoco te fijes en lo bien que quedas sobre la bici, todos somos diferentes.
LA ÚLTIMA TECNOLOGÍA: EL Sistema BA y 3D Motion Capture
Para la elaboración de este reportaje hemos tenido la suerte de contar con la última y más novedosa tecnología destinada a la biomecánica ciclista; el BA System y el 3D Motion Capture. Dos sistemas complementarios que unidos aportan todo lo necesario para conseguir posicionar al ciclista de manera precisa.
- El BA System: un revolucionario sistema compuesto por hardware, software y una base de datos. El sistema se coloca en la propia bicicleta del ciclista y es controlado desde el ordenador del fitter, lo que permite determinar su posición óptima sobre su bicicleta de una manera eficiente, controlando todos los detalles y simulando las condiciones reales.
- El 3DMC: sistema de captura y análisis de movimiento en 3D de precisión científica que permite capturar al ciclista así como la bicicleta y la posición de las calas con un error máximo de 0,2 mm.
Nuestro agradecimiento a Fit4bike por su colaboración en la elaboración de este artículo. Formado por un grupo de apasionados de la biomecánica de ciclismo provenientes de distintos ámbitos como la educación física, el entrenamiento, la podología o la ingeniería trabajan en la formación de fitters y proporcionan este servicio a ciclistas de todos los niveles. Un servicio de este tipo oscila entre los 150 € de los ajustes básicos esenciales y los 250 € de la versión para profesionales.
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