José Manuel y Pablo Roas, ganadores del premio Sport Life a los valores del deporte en 2015, han vuelto a ser noticia tras finalizar el Zurich Maratón de Sevilla tras 5 horas. A pesar de los calambres que nos cueta José Manuel que padeció a lo largo de los 42 km, han vuelto a cumplir un año más con el reto que llena de ilusión y de sonrisas a la familia Roas. ¡Auténticos campeones!
Por Dani Quintero
Una familia. Un padre, una madre y un hijo muy especial, Pablo, que tiene parálisis cerebral desde el parto. José Manuel Roas es profesor en un instituto en Alcalá de Guadaíra, corredor desde 1997 y finisher, junto a su hijo Pablo, de ya tres maratones. Viven en el Polígono San Pablo, donde encontraron un piso más grande para tener una habitación en la que Pablo pasa varias horas al día con dos fisios y una pedagoga antes y después de ir al cole.
¿Cómo empezaste a correr con Pablo?
Fue por casualidad, un día en vacaciones me lo llevé y se lo pasó genial. Ese mismo verano acabamos apuntándonos a la Nocturna del Guadalquivir y ahí nos enganchamos. Correr con él tiene una gratificación enorme, hemos encontrado una actividad común que nos llena a los dos. Yo daría la vida por escucharlo decir papá una vez. No cambio ganar un maratón por correr con mi hijo y entrar en 4h 45’ en meta. Es como si él corriera. Cualquier padre entiende lo que digo.
Los fisioterapeutas, pedagogos… ¿os ponen algún impedimento?, ¿os animan a hacerlo?
Físicamente, Pablo no puede abusar del carro, porque le obliga a estar en una postura que le cansa mucho. Cuando salimos a correr estamos controlando su postura continuamente, poniéndole derecho. Para él tiene un coste físico, pero lo bien que se lo pasa y la motivación mental que tiene es increíble. Pablo llegó a chocar la mano de algunos espectadores cuando hicimos el maratón de Madrid. Eso sí, la logística es complicada. Mi mujer y mis hijos nos acompañan con la bici. Tenemos que cambiarle el pañal, prepararlo varias horas antes y llevar mucha ropa que hay que ir quitándole a medida que sube la temperatura durante la mañana.
¿Quién es Pablo?
Es el ángel de esta casa y el que nos une a todos. Los que nos conocen siempre coinciden en decirnos que todos nuestros hijos son muy maduros, muy sensatos y estoy seguro de que es por la relación que tenemos con Pablo, lo que nos transmite, lo que nos enseña sobre la vida. Pablo nos confiere muchas limitaciones, para nosotros la vida es un maratón diario. Pero nos aporta mucho más, nos da sensatez, aprecio a la vida... Pablo es una persona inocente, nunca te reprocha nada, siempre tiene una sonrisa a poco que le des. Y nosotros intentamos darle todo. La vida con Pablo a veces se hace muy cuesta arriba, pero él nos enseña mucho, y aprendemos a vivir con intensidad.
"No he visto ningún padre triste en el cole de Pablo"
Maite, la madre, nos cuenta que “Se suponía que Pablo tenía que haber nacido con facilidad. Pero sufrió muchísimo en el parto. Nació prácticamente muerto. Salió adelante, con parálisis cerebral. Desde que nació me pedí la excedencia en el trabajo. Tenemos que estar pendientes de él día y noche. De día es como un bebé grande, y de noche tenemos que dormir con él por si vomita, para controlarlo… Como nosotros hay muchos padres. Y no veo a ningún padre con la cara triste en el colegio de Pablo.”