En momentos de agitación e incertidumbre nos podemos ver arrastrados por un torrente de emociones, esto se traduce en episodios de ansiedad, estrés, desequilibrios físicos, problemas digestivos, dolores de cabeza, enfado…
A través del trabajo físico es posible conectar con las emociones y sensaciones, nos familiarizamos con ellas, sin juzgarlas y es así como llega un momento en que desaparecen sin más.
Practica con constancia y te darás cuenta que es así. En concreto, esta secuencia está enfocada a abrir dos espacios del cuerpo en los que se estanca mucho material emocional: las caderas y el pecho.
A través de distintas aperturas desbloquearemos emociones a la vez que conectaremos con la alegría, el amor, y la compasión hacía nosotros mismos y hacia los demás.
Extensiones de columna
Las posturas de extensión hacia atrás como Dhanurasana o Ustrasana, proporcionan un efecto vitalizante, un estado de apertura psicológica, además de transmitir firmeza, fuerza y confianza en uno mismo. También son beneficiosas para fortalecer la espalda y contribuir al buen funcionamiento de los órganos abdominales.
Estas asanas se mantienen menos tiempo que otras ya que requieren más esfuerzo.
Apertura de caderas
Las posturas de apertura de caderas como Baddha Konasana o Uppavistha Konasana consiguen crear espacios en la vasija pélvica, mejorando la movilidad y dejando que se liberen emociones y experiencias negativas como la tristeza o el miedo. Además alivian el dolor de espalda y mejoran la circulación de las piernas.
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