Vida Sana

El peligro de los microplásticos

Diminutas partículas derivadas de la degradación de los plásticos afectan a la salud de todo el planeta... y eso te incluye

Gerardo Centeno García-Rodrigo

2 minutos

El peligro de los microplásticos (Foto: iStock)

No hay más que posar la vista sobre el cubo de la bolsa amarilla que mantenemos en nuestra cocina atiborrado de envases para saber que el volumen de plástico que se desecha diariamente constituye un problema para las sociedades modernas. Pero no vayas a pensar que ahí queda la cosa. Asómate al viejo cenicero de la entrada o al bote de lápices del escritorio y vuélcalo. ¿Cuántos trocitos de material plástico has encontrado? Un montón, no hace falta que lo digas. Y aún no hemos llegado a lo peor, porque quedarían por cuantificar los infinitos microplásticos que colonizan el aire que respiramos. Estas diminutas partículas generadas por la degeneración de los plásticos al contacto con las altas temperaturas o su incorrecto reciclaje se esparcen por la atmósfera y circulan por el orbe contaminando aquello que tocan. Se cuentan más de 6000 millones de toneladas de plásticos degradándose por el mundo y pasando al aire en forma de diminutas partículas que ponen en peligro los océanos y la cadena alimenticia.

Los estudios realizados al respecto son concluyentes en cuanto a la presencia de toxicidad asociada a los microplásticos en tejidos animales, y aunque sus efectos a largo plazo en el ser humano aún no están claros, resulta obvio que el riesgo de los agentes químicos que trasladan esas diminutas partículas constituye un reto que todos debemos abordar.

Como alarmante curiosidad, un estudio publicado en revistas especializadas reveló que el tejido del cerebro humano es altamente permeable a estos nanoplásticos, pudiendo alojar concentraciones hasta treinta veces más altas que otros órganos como el hígado.  ¿Tenemos plástico en la cabeza? Antaño, nuestros abuelos decían que teníamos serrín cuando hacíamos alguna trastada.

¿Qué podemos hacer para reducir estos microplásticos en nuestro día a día?

Obviamente, un correcto reciclado y un tratamiento adecuado de los residuos constituyen la parte fundamental de la lucha contra estas nocivas partículas, pero también existen dinámicas individuales que harán que tu grano de arena sume a la tarea:

  • No rellenes las botellas de plástico. Recicla tras su primer uso.
  • Nunca calientes la comida en recipientes de plástico.
  • Sustituye el poliéster de tu ropa por tejidos naturales como el algodón o la lana y usa jabones con etiqueta que garanticen su condición eco.
  • No cortes alimentos sobre tablas de plástico.
  • En el supermercado, elige alimentos a granel o aquellos servidos en envoltorios sostenibles.
  • Lava el arroz.
  • Evita productos de plástico de un solo uso.
  • Reduce al máximo el uso de la secadora.

¡¡Y no dejes de reciclar!! La salud de tu casa, y del planeta, está en juego por estos pequeños e invisibles enemigos.