Cuenta con su propia fuente de energía, acelera la recuperación de las lesiones y la consolidación del hueso tras las fracturas y una vez implantado ya no hay que volver a intervenir, es la realidad de los parches de electroestimulación biodegradables creados por el profesor Xudong Wang de la Universidad de Wisconsin-Madison.
La electroestimulación directa sobre algunas heridas y otras lesiones, como los huesos fracturados, acelera espectacularmente su recuperación, como se describe en un paper publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, y ahora los científicos han desarrollado un método mucho mejor de los que antes se utilizaban para hacer llegar esa carga eléctrica sanadora directamente a la superficie del hueso afectado, un implante biodegradable.
El equipo de científicos liderado por el profesor Xudong Wang ha creado un parche eléctrico autoalimentado que una vez que se implanta sobre la zona fracturada y realiza su función de catalizador de la soldadura ósea se absorbe sin dejar rastro ni secuela alguna. Lo llaman FED, las siglas de Fracture Electrostimulation Device, que podríamos traducir por Dispositivo de Electroestimulación de Fracturas.
De dónde obtiene la energía necesaria para realizar su función es uno de sus puntos más interesantes, ya que la fuente es un nanogenerador triboeléctrico integrado en una película finísima de un polímero biocompatible aprobado por la FDA americana. El generador produce la energía a través de los movimientos corporales, por la diferencia de potencial que se crea con las fricciones y deslizamientos de los tejidos, de una forma similar a lo que ocurre cuando rozamos nuestro calzado sobre determinados suelos como moqueta, nos cargamos eléctricamente y hasta podemos generar una chispa al tocar a una persona que tengamos al lado.
La investigación se describe en un paper publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences.