La osteopatía de pubis consiste en una inflamación de los músculos de esta zona, incluyendo los abdominales y los abductores. También conocida como pubalgia, llega acompañada por un dolor de intensidad elevada, desde el abdomen hasta las ingles. La intensidad va aumentando progresivamente, por lo que es posible que esa pequeña molestia a la que al principio no le hacías caso haya derivado en una osteopatía de pubis. Suele ser más habitual en hombres que en mujeres.
Puede estar causada por problemas musculares, el uso de unas zapatillas inadecuadas o ciertos problemas ocurridos durante el ejercicio, que derivan en esta lesión.
Tratamientos no quirúrgicos para la osteopatía de pubis
Si creemos que podemos estar sufriendo una pubalgia, es importante que acudamos a un médico especialista para que emita un diagnóstico de valor. Él, en función de los resultados de las pruebas realizadas, determinará si es necesaria medicación para el dolor o incluso cirugía, o si simplemente podemos tratarla de forma natural.
Las formas más habituales de tratar la osteopatía de pubis son mediante ejercicios específicos, masajes o aplicaciones de frío. En lo que respecta al ejercicio, los más efectivos para esta lesión son aquellos que trabajan específicamente la zona de los glúteos y los estiramientos.
Tratamiento quirúgico para la osteopatía de pubis
Si después de varios meses realizando los ejercicios indicados por tu médico y rehabilitándote con un fisioterapeuta no mejoras, probablemente el especialista te planteará la operación.
Para tratar quirúgicamente la osteopatía de pubis, se suele realizar una tenotomía en los músculos afectados. La tenotomía consiste en cortar el tendón o músculo para lograr su recuperación. Es una operación cuyos resultados de éxito no son inmediatos, si no que igualmente el paciente tendrá que volver a rehabilitación durante un tiempo.
La osteopatía de pubis se puede tratar de forma natural con ejercicios y masajes. Para evitar una complicación que derive en la necesidad de pasar por una operación de este tipo, es importante que prevengamos su aparición o, en el caso de que no hayamos podido evitarla, que comencemos a tratarla lo antes posible.