La falta de hierro en la mujer deportista es una alteración habitual y significativa en el rendimiento deportivo. El éxito o fracaso en una prueba puede estar en una inadecuada selección de alimentos.
Se estima que las corredoras de larga distancia deberían aumentar en 70% el consumo de hierro, es decir, 10 mg más al día de los 15-18 mg por recomendaciones generales.
El hierro de los alimentos se encuentra en dos formas: hierro hemo, procedente de fuentes animales, y no hemo, procedente de otros alimentos como los vegetales. El primero está presente en las moléculas de hemoglobina y mioglobina. Sin embargo, a pesar de presentar una eficiente absorción, solo constituye alrededor del 10% de todo el hierro ingerido en la dieta. La absorción del hierro no hemo depende de varios factores, haciendo que su disponibilidad varíe entre el 2% y el 20%. Si eres chica deportista, ten en cuenta estos criterios para conseguir la mejor absorción de este importante mineral:
- Consumir los alimentos ricos en hierro hemo junto a frutas y verduras, ya que facilitarán su absorción debido a la presencia de vitamina C.
- Evitar el consumo, sobre todo en la misma comida de inhibidores de la absorción del hierro, como el calcio en la leche o los taninos en el té y el café.