Muy conocidos en los ámbitos de la rehabilitación y del deporte profesional, los dispositivos inerciales se diseñaron para solucionar los problemas de pérdida de masa muscular y densidad mineral ósea que la falta de gravedad causaba a los astronautas de la NASA. Hans Berg y Per Tesch del prestigioso instituto Karolinska de Estocolmo diseñaron un dispositivo cuyo funcionamiento es similar a un yo-yo (de ahí el nombre que habitualmente se utiliza para denominar a este equipamiento deportivo tan novedoso), el usuario acciona una rueda de inercia que acelera durante la fase concéntrica del movimiento y hay que frenar la inercia generada durante la fase excéntrica, en la que se ve incrementada la activación muscular respecto de los ejercicios tradicionales, suponiendo este hecho una posibilidad de aprovechar los beneficios que aporta la sobrecarga excéntrica a nuestro organismo.
La sobrecarga excéntrica que producen los hace especialmente adecuados para el entrenamiento deportivo en el que las acciones excéntricas cobran gran importancia en sprints, deceleraciones, cambios de dirección, etc.; asimismo la aplicabilidad a los procesos preventivos y rehabilitadores en el ámbito físico está muy evidenciada, entre otras cosas porque la resistencia es ajustable en cada momento y de forma automática, lo que posibilita que se pueda alargar la serie de ejercicio ya que el esfuerzo aplicado siempre podrá ser el máximo adecuándolo a la aparición de la fatiga (esta circunstancia los hace especialmente útiles en el trabajo de fuerza con niños ya que la seguridad ante un posible percance o lesión por sobreesfuerzo es muy elevada).
Existen dos tipos de dispositivos isoinerciales, los cónicos y los yo-yo, los cónicos se caracterizan porque el enrollado de la cuerda de la polea se realiza a lo largo de un cono que va aumentando su diámetro, lo que hace que la resistencia que ofrece el dispositivo sea progresiva y permite su uso a gran velocidad de entrenamiento; los yo-yo se diferencian de los cónicos en que el diámetro del enrollado de la cuerda es el mismo, lo que los hace muy eficaces en el entrenamiento de la fuerza ya que el “tiro” de la polea es similar durante todo el recorrido. De reciente aparición son los dispositivos EPTE, que combinan las características de los cónicos y los yo-yo, siendo una muy buena opción tanto en clínicas fisioterapéuticas como en centros deportivos y de alto rendimiento.
Entre los aspectos a destacar de este tipo de dispositivos podemos nombrar los siguientes:
1. La sobrecarga excéntrica generada es mayor que en los ejercicios de pesas tradicionales, por lo que son dispositivos ideales para la prevención y la rehabilitación de diferentes lesiones tendinosas y musculares.
2. El estrés cardiovascular asociado al uso de estos dispositivos es menor que las pesas convencionales, lo que los convierten en una muy buena opción para el trabajo de personas con hipertensión arterial y mayores.
3. En cualquier ejercicio que se realice con uno de estos dispositivos, la implicación de la musculatura del core será muy elevada, trabajando de esta forma la zona central de una forma muy eficaz.
4. Son ideales para el entrenamiento de fuerza en edades infantiles.