Una solución de movilidad que puede llegar a ser 100% limpia, como si de por sí no lo fuera ya funcionar con agua. Es a partir del agua como, con la ayuda de un generador portátil de hidrógeno, se forma el combustible que permite mover esta especial bicicleta, Boon H2, por medio de un motor eléctrico. El hidrógeno produce la electricidad para su motor y el generador que lo sintetiza se enchufa a la red eléctrica, como haríamos con cualquier batería de una bici eléctrica convencional. El tamaño de este generador es relativamente compacto, 45 x 22 x 42 cm, así que lo puedes tener en casa sin problema.
La empresa ofrece en opción un panel solar para reducir el impacto ecológico prácticamente a cero, (eso si nos olvidamos del impacto que ha supuesto producir los paneles, el cargador-generador, etc). El hidrógeno producido se almacena en sus propias botellas, que no suponen ningún peligro ya que la presión a la que se comprime el gas es de 10 BAR, aproximadamente el doble que la presión que se acumula en una botella de champán. Las botellas se colocan en la bicicleta para proporcionar la energía del motor.
Comercializan tres modelos diferentes para particulares, con un pack que comprende la bicicleta más el generador.
Además de estos tres modelos han creado un cuarto diseño, destinado a flotas para las ciudades, City Sharing:
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