Hoy hemos visto que sangra como los humanos, pero está sin duda hecho de otra pasta. Pogacar se ha apuntado su tercera victoria en el reino del sterrato, en la clásica italiana Strade Bianche, pese a la tremenda caída que sufrió cuando ya en la parte final de la prueba marchaba escapado junto al británico, doble campeón olímpico de mountain bike, Tom Pidcock. Pogacar perdió el control de su Colnago y tras arrastarse por el asfalto acabó dándose un importante golpe ya en la zona de hierba. Hay que poner en valor la deportividad de Pidcock que no quiso tomar ventaja de la caída de su compañero de fuga.