Cris Contra el Cáncer, entidad referencia en la investigación contra esta enfermedad, y el atleta con discapacidad, Alex Roca, han hecho tándem para poner la investigación contra el cáncer infantil en lo más alto de los grandes picos del Tour de Francia.
"Soy Alex Roca. He terminado uno de los retos más duros y emocionantes de mi vida: subir los cinco puertos más míticos y exigentes del Tour de Francia (Tourmalet, Luz Ardiden, Col d’Aspin, Aubisque y Portet d’Aspet). Lo he hecho con una bicicleta adaptada de tres ruedas, pero sobre todo lo he hecho acompañado por una causa que me da fuerzas infinitas: la investigación contra el cáncer infantil.
Cada etapa fue un homenaje cargado de emoción y significado. El Tourmalet lo dediqué a todos los niños y niñas que hoy luchan contra el cáncer. Luz Ardiden fue para los equipos sanitarios e investigadores que cada día trabajan sin descanso en hospitales. El Col d’Aubisque se lo dediqué a Javier, un niño de 8 años que nos dejó demasiado pronto. El Col d’Aspin fue en memoria de Quique, que falleció con 15 años. Y la última ascensión, el Portet d’Aspet, estuvo dedicada a Isabel Guerrero, hija de mi amigo Dani, cuya sonrisa y fortaleza siguen siendo un faro para todos los que luchamos por la investigación.
Este reto no ha sido solo deportivo. Ha sido un viaje humano y emocional. He llorado, he sonreído, he sentido dolor y agotamiento, pero nunca he estado solo: cada pedalada ha sido por Isa, por Javi, por Quique y por todos los niños y niñas que merecen vivir y tener esperanza.
El 100 % de lo recaudado se ha destinado a la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil del Hospital Universitario La Paz en Madrid. Esta unidad pionera ya ha tratado a más de 1.000 niños y niñas que no respondían a terapias convencionales, combinando investigación puntera con ensayos clínicos que están salvando vidas.
Quiero dar las gracias a todas las personas que se han sumado al reto: a quienes habéis donado, compartido y enviado mensajes de apoyo. A mi familia, a mi equipo, a Dani y a todas las familias que, incluso en medio del dolor más profundo, siguen luchando para que la investigación no se detenga. Gracias también a Allianz y a Nike, por estar siempre a mi lado y demostrar que la verdadera fuerza está en el trabajo en equipo.
Este reto demuestra que, aunque la vida nos ponga barreras, podemos derribarlas. La discapacidad nunca me ha definido ni me ha frenado. El verdadero motor son las personas y la ciencia. Porque el límite te lo pones tú.