En la presentación oficial de la Carrera de la Mujer de Madrid se hicieron varios homenajes y reconocimientos. Uno de los más emotivos fue para Teresa Cerrada, médica, que fue la primera persona que atendió mientras estaba corriendo el Medio Maratón Villa de Madrid a un corredor que sufrió un infarto a pocos metros de cruzar la meta. Teresa realizó las primeras maniobras de reanimación justo antes de que llegaran los efectivos del Samur. Su actuación fue vital. Teresa es corredora, y no dudó en atender a otro corredor antes que en pensar cruzar la meta tras 21 km de esfuerzo.
Obviamente a Teresa su juramento hipocrático le obliga a asistir a los enfermos, a los accidentados… pero olvidamos que todos los corredores estamos en la obligación moral de ayudar y socorrer también a los que nos rodean. A veces, los corredores vamos tan metidos en nuestra competición, en batir nuestra marca, en ganarle al vecino… que olvidamos que somos seres humanos ante todo.
Teresa estaba a menos de 100 metros de la meta. Seguramente estaba ya apretando el ritmo y pensando en levantar los brazos. Su ejemplo debería hacernos reflexionar. ¿Has pasado al lado de algún corredor que necesitaba asistencia y pasaste de largo?
No hay marca personal que te dé mayor alegría que ayudar a alguien que realmente lo necesita.
Gracias, Teresa Cerrada, por abrirnos los ojos.