Morteza Mehrzadselakjani nació en Irán hace 36 años, y su juventud no le dio ofreció demasiadas sonrisas. El diagnóstico de una acromegalia a edad temprana y un infortunado accidente que dañó la pierna diestra hicieron que su movilidad se limitara al mismo ritmo en el que su cuerpo iba sumando centímetros a velocidad de vértigo. Mehrzad, como le llaman sus amigos, alcanzó los 2 m 46 cm antes de llegar a la mayoría de edad. Ser uno de los techos de la humanidad no era fácil y condicionaba su futuro sin poder separarse de las muletas. Pero el deporte paralímpico apareció en su vida para demostrar que todo tiene un lado positivo, si sabe utilizarse. En 2015 llegó al equipo nacional iraní de voleibol sentado. Con su presencia, Irán se convirtió en el dominador de esta especialidad paralímpica, obteniendo la medalla de oro en las citas de Río 20216 y de Tokio 2020.
En Paris 2024, Mehrzad tratará de conseguir su tercer metal y seguir sonriendo gracias a un deporte que le demostró que sus limitaciones podrían transformarse en algo que permitiera soñar. El Comité Paralímpico le sitúa como la persona más alta en participar en unos Juegos. A él ese dato no le interesa, tan solo quiere seguir jugando para devolverle al equipo todo lo que él ha recibido.