Esta es una actividad en la que no sólo trabajan todos tus músculos sino además aptitudes mentales como la concentración o el equilibrio. Los especialistas recomiendan el uso de los tuenes de viento para practicar antes de hacer un salto en paracaídas desde un avión porque permite a la persona que lo experimenta aprender a relajarse en el nuevo medio, a colocarse, tener una postura correcta, controlar el vuelo en el flujo de aire, así como acostumbrarse a la velocidad del viento.
Windobona es un túnel de viento situado en Madrid (enfrente del Centro comercial Isla Azul) que tiene una cámara de vuelo de 15 metros de altura interior y de 4'3 metros de ancho. Tiene además la más avanzada tecnología de IGS (Indoor Skydiving Germany). Se puede volar desde sólo 4 años. El precio para poder probarlo arranca en los 39 euros.
www.windobona.es