Lydia Valentín tuvo ayer un día con luces y sombras. Por un lado la medallista olímpica leonesa era nombrada mejor halterófila del mundo por segundo año consecutivo pero a la hora de recibir el galardón sufrió una discriminación muy difícil de justificar en un premio otorgado por toda una Federación Internacional que forma parte del movimiento olímpico.
La deportista de El Bierzo recogió ayer el trofeo Jenö Boskovics, después de ser la más votada en la encuesta promovida por la Federación Internacional de Halterofilia por delante de la china Kuo Hsing-Chun y la rusa Tatiana Kashirina, pero lo suyo se quedó en el trofeo mientras que el ganador en categoría masculina, el georgiano Lasha Talakhadze tuvo además premio económico.
Lydia declaró tras la ceremonia sentirse "muy feliz" por recibir este galardón, pero al mismo tiempo "entristecida" porque ella no ha obtenido el "reconocimiento económico" que sí se le dio al mejor hombre.