Joan tiene 29 años y solo ha alcanzado un metro de altura a causa de una enfermedad congénita, una displasia espondiloepifisaria, pero eso no le ha impedido disfrutar del deporte desde que era muy pequeño. Él mismo nos cuenta su historia:
"Jugaba al baloncesto en el colegio hasta los 11 años, era mi deporte favorito. Después, los otros chicos crecieron demasiado y tuve que buscar otros deportes en los que pudiera entrenar y competir con personas sin discapacidad. Siempre he apostado por el deporte integrado. Estuve muchos años nadando, pero me cansé y comencé a jugar al tenis de mesa, el deporte en el que he conseguido mejores resultados. Actualmente soy campeón del Mundo en personas de baja estatura (menos de 150 cm)".
"El deporte me da muchas cosas, a nivel social me permite relacionarme con personas con mis mismos intereses. A nivel físico, beneficia a todo el mundo, pero más a mí que padezco hipertonía muscular y debo potenciar mis músculos. El problema es que, como ocurre cuando compites, yo me paso de entrenamiento. La clave está en encontrar el equilibrio. El deporte me proporciona retos ".
"La mayor dificultad que mi altura me ha causado en el deporte fue encontrar un equipo en el que jugar al tenis de mesa. Pasé por muchos hasta que llegué a un club muy pequeño, en el ni siquiera había entrenador, y en el que pude empezar a jugar con personas sin discapacidad. Empezaron a llegar los buenos resultados e incluso estuve entrenando varios años en el CAR de Sant Cugat".
"Ahora estoy entrenando para convertirme en la persona de menor estatura que complete un maratón, pero para conseguirlo necesito una handbike a medida, que cuesta un dineral, por eso busco algún patrocinador".
"He creado una asociación deportiva para personas de talla baja, Sport PTB. Nuestro objetivo es el deporte inclusivo, que todos podamos hacer deporte juntos".