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EL Duatlón más emotivo del año

No va a ser un Triatlón el de Madrid este año ya que no está listo todavía el lago de la Casa de Campo, pero será un duatlón el que tendremos el próximo 14 de octubre será una prueba llena de grandes historias personales. Serán 37 las chicas que se van a estrenar en nuestro deporte en la prueba final de las Santander Triathlon Series, algunas de ellas verdaderas campeonas de la vida como estas supervivientes del cáncer que aquí os presentamos.

Fran Chico

3 minutos

EL Duatlón más emotivo del año

PAULA BEJAR

Cuando hace 2 años me diagnosticaron cáncer no tenía ni idea de las vivencias que iba a tener. Por suerte mi caso no fue muy grave y solo pasé por una operación y por radioterapia. Afronté con mucha fuerza y positivismo todo este periodo. Sin embargo, paradójicamente una vez acabado, tuve una depresión que para mí fuerte y que en cambios los psicólogos decían que era normal. Fueron momentos muy duros. Todavía se me saltan las lágrimas cuando lo recuerdo; tengo miedo de volver a ellos pero trabajo duro para no caer. Tuve suerte que a los pocos meses conocí a la Fundación “Corre en rosa" y gracias a ella estoy feliz, superada la depresión y haciendo cosas que antes no tenía ni pensado que yo pudiera hacer, como tirar con arco, correr 10 km, prepararme para media maratón, hacer un triatlón y tener unas amigas tan maravillosas como la Fundación me ha dado. A su hermana Eva le diagnosticaron el mismo cáncer mientras a ella la estaban operando.

Eva ha estado un año y 3 meses estuvo luchando contra el cáncer. Se volvió frágil y vulnerable, con muchos miedos. Pero 7 meses después ha resurgido de sus cenizas. Vuelve a reír, a hacer lo que le apasiona (viajar todavía no, aunque pronto) y ha encontrado una segunda familia en Corre en Rosa, nuevos amigos que seguirá con ella muchos años porque la enfermedad le ha enseñado a saber lo que quiere y lo que no quiere; le ha enseñado a valorar a quien querer y por quién dejarse correr.

BELEN RODRIGUEZ

“Con 19 años monté mi primer negocio y junto a mi pareja luchamos para sacarlo adelante a la vez que montamos una familia preciosa de 3 hijos. Todo en “rosa" hasta que con 41 años me detectan un cáncer de mama gracias a una revisión de 20 meses. A partir de ese momento cambia mi vida. Tomo conciencia de que tengo que dedicarme más tiempo a mi misma. Fue clave para mí el momento en que mi doctora funda el grupo de “Corre en rosa" en el que descubrí que podía enfrentarme a nuevos retos y que podía llevar a cabo una de mis verdaderas vocaciones: ayudar a los demás. Este pasado año terminé la San Silvestre y ahora estoy convencida de que no hay reto que enfermedad, edad o peso que no pueda al menos intentar".

NATALIA CANO

Todo empieza el día que duchándome me encuentro un bulto en el pecho. Sinceramente no le dí importancia alguna ya que en mi familia no había antecedente alguno de cáncer y siempre piensas que “a mi no me va a pasar".

La ginecóloga me tranquiliza bastante, me dice que tiene pinta de ser benigno, pero que hay que hacer la biopsia para estar tranquilos. Allí me di cuenta a veces tenemos un ángel. Ya habían terminado cuando el médico que estaba al lado del que me había pinchado le dijo que por qué no cogía una muestra también de un bulto más pequeño que había al lado. El veterano le dice que no es necesario. Y cuando fui a por los resultados ese médico joven que me pincho el segundo bulto me recibió y me dijo que tenía que darme una “mala noticia". Gracias a su insistencia pudimos detectar a tiempo un carcinoma. Yo fui a por los resultados con mi hija convencida de que “yo no voy a tener cáncer". Tuve que contarme las lágrimas por mi hija. Una experiencia horrorosa. Llamé a mi marido para informarle y él mi hizo ver que lo fuerte que soy, que podría con esto y con mucho más. “Juntos lo superarás", me dijo. Por mi, por mi marido, por mis hijas, por mi familia, por todos aquellos que sabían que me querían, me hice más fuertes de lo que nunca hubiera podido imaginarme. Y desde ese mío comencé a luchar contra esta dura enfermedad. Cirugía, radioterapia, braquiterapia, tratamiento con el tamoxifeno de por vida…

Han pasado 4 años desde entonces. He pasado un segundo tumor en el pecho. Sigo con mis revisiones periódicas y todo está bien. En muchas ocasiones me pregunté donde estaría el lado positivo de padecer cáncer. Y encontré mi respuesta: con esta experiencia vital he aprendido a darle a las cosas el valor que tienen. He aprendido a valorar los momentos como lo que son momentos y nada más. Y me gusta disfrutar de momentos con la gente que quiero y que sé que me quieren. Aunque no haya un objetivo a corto, medio o largo plazo. Hoy disfruto de momentos. Y uno será el próximo Duatlón de Madrid.

EL Duatlón más emotivo del año

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