Su vida es un ejemplo de superación. En 1992 sufrió un accidente de moto que le dejó al borde de la muerte. Pero Juanjo salió adelante y en su recuperación los Juegos Paralímpicos que por entonces se celebraran en Barcelona le sirvieron de inspiración para su complicada recuperación tras la amputación del brazo y la pierna izquierda.
"Estaba tapado con la manta que ponen a los fallecidos cuando un Guardia Civil se dio cuenta de que me movía. Perdí un brazo y una pierna y cuando me desperté en el hospital precisamente se estaban celebrando los Paralímpicos. Fueron mi inspiración para seguir adelante. Yo engordé mucho, pasé incluso de 100 kilos, y un amigo, Bernard Moreno, fue el que me animó a volver a subirme a la bici. Aún se me ponen los pelos de punta al recordar la primera pedalada que di en el velódromo de Horta. Al principio era mortal. Mientras yo iba en la bici, Bernard iba andando y aún así él iba más deprisa que yo. Nadie puede imaginarse lo que significa hoy para mí salir con la bici con mi grupo de amigos. No tiene precio".
Ha participado en cuatro Juegos logrando tres medallas (dos de plata y un bronce) en las pruebas de ciclismo. Este año su gran objetivo era competir en el Campeonato del Mundo que se celebrará en septiembre el primer fin de semana de septiembre.
Pero la preparación para la cita se ha visto interrumpida por dos atropellos. Otro buen ejemplo de la más que preocupante situación que estamos viviendo los amantes de la bicicleta en cuanto a la seguridad vial.
Primero fue un atropello antes de ir a la Copa del Mundo de Italia. Entonces Juanjo estaba parado en un semáforo esperando a que se pusiera en verde cuando un coche le arrolló causándole una conmoción cerebral. Peor fue lo que ocurrió el pasado 15 de junio. Juanjo pedaleaba en compañía de su entrenador Bernat Moreno y de otro compañero por las carreteras cercanas a Barcelona cuando un coche, conducido por una persona de 80 años, que venía de frente giró de repente a la izquierda. Los ciclistas impactaron contra el vehículo siendo Juanjo el peor parado: fractura de clavícula y de costillas. Todavía duerme en el sofá por los dolores porque en la cama no aguanta más allá de un par de horas y aunque ya ha empezado a salir pedalear en el velódromo de Horta, tiene muy complicada su presencia en el Mundial dentro de dos meses. “Lo importante es recuperarme y seguir corriendo y disfrutando; el ciclismo me da la vida”.