En estos tiempos donde vemos a deportistas simular para perjudicar a un rival (la mayoría futbolistas, todo hay que decirlo) es noticia el gesto de ayer del mejor portero de balonmano del mundo. Gonzalo Perez de Vargas, perdiendo España por seis goles ante Suecia, corrigió al árbitro que había sacado una tarjeta roja por lanzar un penalti en la cara cuando en realidad le había dado primero en el brazo. Hay que recordar que para proteger a los guardameta se recibe la sanción máxima por impactar en la cabeza al portero.
Gracias Gonzalo por dar el ejemplo que necesita no ya nuestro deporte sino la sociedad para ir por la vida.