Una de las pocas buenas noticias que nos ha traído la pandemia es el "boom" del ciclismo. Y se ha notado también en las ciudades. Hay mucha gente que se ha apuntado a moverse en bicicleta. Entre los errores más comunes de los ciclistas urbanos es el uso de los pasos de peatones (sean regulados por semáforos o no). Son muchos los que olvidan que son un vehículo y aprovechan para pasarlos sin bajarse de la bicicleta igual que si fueran peatones.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado que sólo los peatones tienen prioridad en un paso de cebra, dejando una advertencia clara a los ciclistas a través de su cuenta de Twitter. "Recuerda que en un paso de peatones sólo los peatones tienen prioridad. Si circulas en bicicleta, tendrás que bajarte y cruzar a pie si quieres atravesarlos. Respeta y convive". La Guardia Civil insistía en el mismo punto dejándolo muy claro. "Un paso de cebra es un espacio habilitado para el cruce de peatones y está claro que la bicicleta es un vehículo. Cuando un ciclista tiene que cruzarlo debe bajarse y pasar caminando. ¡Ciclista! Sé cívico y da ejemplo del cumplimiento de las normas".
Es importante además conocer que el artículo 121.5, del Código de la Circulación establece que una persona que circula sobre una bicicleta no es un peatón, sino que conduce un vehículo. Por lo tanto no tiene preferencia en paso de cebra, por lo que un coche no estaría obligado a detenerse y cederle el paso como así es si es un peatón el que se quiere cruzar.
¿Claro? Pues no tanto. Más bien depende de dónde vivas. Y es que por ejemplo en Valencia la Ordenanza de Movilidad aprobada por la Concejalía de Movilidad Sostenible establece que los ciclistas no están obligados a bajarse de la bici para cruzar la calzada. Eso sí, la ordenanza prohibe la circulación de bicicletas por las aceras, excepto a los/las menores de 8 años a quienes acompañe una persona adulta a pie. No hay unanimidad que se diga en las normativas de ciclismo urbano en las ciudades ya que, por ejemplo, Sevilla sí contempla que las bicis circulen por las aceras aunque sólo "en aquellos momentos en los que no exista aglomeración de viandantes y siempre que mantengan una velocidad moderada y adecuada a la densidad peatonal, respeten en todo momento la prioridad de los peatones, mantengan una distancia de al menos 180 cm con la fachada de los edificios y no realicen maniobras negligentes o temerarias que puedan afectar a la seguridad de los peatones".