Podemos trabajar la frenando el avance en el agua. Un buen método consiste en nadar con una goma que te inmovilice las piernas (pero sin ayuda de un pull-buoy). De este modo tus piernas servirán de lastre, lo que te obligará trabajar más la musculatura de brazos y espalda. El trabajo con palas te ayudará a reforzar brazos y hombros. Con las palas notarás mejor la resistencia del agua y desarrollarás más potencia. Procura no abusar mucho de ellas, ya que éstas te alejan de las verdaderas sensaciones en el agua.
Aumentar la resistencia de la bicicleta gracias a los cambios de desarrollo y las cuestas, te ayudará a realizar un buen trabajo de fuerza sobre las dos ruedas. Elije una cuesta del 5 al 10% y súbela sentado varias veces, procurando cada vez cambiar el desarrollo para aumentar la resistencia de pedaleo, sitúate en la parte trasera del sillín y piensa en pedalear redondo. Es un excelente ejercicio para reforzar las lumbares, los glúteos, los cuadriceps y los isquiotibiales. Pedalear de pie resulta un buen ejercicio para trabajar los músculos implicados en la carrera.
El trabajo en cuestas o en escaleras es un magnifico trabajo de fuerza. Los ejercicios de técnica (ascenso de rodillas, talones en las nalgas, pasos saltadores, etc.), te ayudarán a reforzar los músculos y tendones de las piernas.
Puedes incluir estos ejercicios de fuerza “natural” en tus entrenamientos, una vez a la semana. A medida que vayas desarrollando tu musculatura podrás aumentar la intensidad de tus sesiones e irás observando que tu fuerza mejora de forma progresiva.