Pocas personas no las usan y es que la sensación de conexión con el entorno que suponen además de evitar irritaciones de la delicada conjuntiva del ojo, las hacen accesorios prácticamente obligatorios para nadar, tanto en piscina como en aguas abiertas. Lo más importante es que se ajusten a tu forma particular de órbita ocular, las que a tu amigo le van perfectas a ti puede que no se te adapten. Prueba a presionarlas contra los ojos para que hagan vacío y comprueba que se sujetan incluso sin la ayuda de la goma de sujeción.
Obligatorio en la mayoría de piscinas públicas, evitan que el pelo te moleste si lo llevas largo, lo protegen del cloro y también evitan tirones de la goma de las gafas sobre el pelo. Además disminuyen la resistencia hidrodinámica. Los de tela son cómodos pero se sujetan peor y no evitan que el pelo se moje, y los de látex o silicona se adhieren mejor a la cabeza y protegen más. La silicona tiene más durabilidad que el látex y no da problemas de alergias y el látex es más barato y se pega con más firmeza a la cabeza.
Un accesorio perfecto para practicar tu patada. Agárrala por delante, con los brazos extendidos, y podrás aislar el movimiento de las piernas con lo que asimilas mejor la técnica y además te hará entrenar la musculatura del tren inferior. También la puedes llevar abrazada al pecho o tras la nuca si nadas a espalda.
Facilita el aprendizaje del gesto de patada y le da más movilidad a tus tobillos y empeines. Hay diferentes longitudes, pero para nadar no se recomienda que sean muy largas ya que se trata de asimilar la técnica de la patada sin que esta sea demasiado diferente.
Buena herramienta para mejorar la simetría al nadar a crol, pues te permite respirar sin mover la cabeza, dejándola en el centro para que te concentres en tus gestos exclusivamente propulsivos en el agua.
Aumentan la superficie de apoyo de las manos, proporcionando más impulsión. Existen en diversas medidas no sólo en función del tamaño de la mano sino de la técnica y el nivel de cada nadador, las más grandes sobrecargan en exceso, sólo deben usarse por expertos.
Una variante de las palas, en este caso de material flexible, que también aumenta la cantidad de agua que podemos agarrar, con la ventaja de que permiten al ser flexibles cerrar o abrir los dedos para variar la intensidad del apoyo.
No hablamos de un reloj cualquiera, ahora tienes modelos que cuentan los largos que haces con un acelerómetro integrado y los traducen a metros recorridos. Además te pueden indicar tu eficiencia, como resultado de la relación entre la distancia y las brazadas que necesitas para cubrirla.
Si te molesta el agua en los oídos… ¡tápatelos! Los de silicona o goma termoplástica dan buen resultado y algunos permiten escuchar relativamente bien.
Se coloca entre los muslos y favorece la flotación de las piernas. Así tu tronco se sitúa más cerca de la superficie y puedes practicar ejercicios de brazos sin tener que mover las piernas, ya que no se hundirán.
Especialmente en los volteos puede entrarte agua por la nariz y la sensación es muy desagradable. Lo evitas con un sencillo clip.