Haz los Climbers o Escaladores de siempre, pero con tus piernas apoyadas en la pared. Esto va a provocar una mayor activación total para evitar la caída de los pies. Si, además, lo haces sobre una pared lisa y con calcetines, tu core se va a encender como el motor de un Formula 1. Un pequeño detalle que otorga un salto en la intensidad y calidad de la ejecución.
Por si fuera poco, el simple hecho de apoyar los pies contra la pared conlleva una mayor incidencia del tren superior para poder mantenerte apoyado en la misma.
Tendrás que calibrar (casi inconscientemente) empujar contra el muro para que los pies no caigan/resbalen, pero no demasiado como para que tu cuerpo se caiga adelante.
Ponlo a prueba en tus momentos de trabajo abdominal, incluso como una gran activación de estabilidad central para ejecutar grandes levantamientos pesados. ¡Pruébalo!