Si te has estancado o no consigues deshacerte de esos kilitos que te sobran apúntate a la tendencia de “pegarle al saco”. La cantante ha encontrado en el boxeo un entrenamiento eficaz y divertido, para ponerse más en forma que nunca. Estos son sus beneficios:
- Muy completo: trabajas simultáneamente la fuerza, la resistencia, la velocidad y la coordinación. Hay quienes piensan que se trata de un deporte fundamentalmente de fuerza máxima, pero están muy equivocados. El trabajo más importante que se realiza durante los entrenamientos de boxeo es cardiovascular y de resistencia muscular, ¡perfecto para prepararte para otros deportes!
- Intervalos de alta intensidad: los boxeadores ya practicaban el famoso HIIT… décadas antes de que se inventara. Los tres minutos de trabajo intenso y uno de descanso en que se dividen los asaltos en boxeo suele reproducirse a pequeña escala en los entrenamientos, en los que los descansos se alternan con momentos de alta intensidad. ¡La fórmula quemagrasas más eficaz!
- Antiestrés. Pocas actividades (deportivas o de cualquier otro tipo) nos ayudan a desahogarnos tanto como una buena sesión de pegarle al saco. Y no es necesario que imagines que le estás pegando a nadie, el boxeo exige unos altos niveles de concentración, por lo que resulta muy fácil desconectar de los problemas mientras lo practicas.
- No necesitarás hacer abdominales. En boxeo, cada golpe debe estar acompañado de un giro desde el abdomen que lo conecte con el trabajo de piernas y que le proporcione fuerza y velocidad. De hecho, cada vez están más de moda los “abdominales de boxeador”, que consisten en golpes cruzados al aire, alternando un brazo y otro, a la máxima velocidad posible. Sólo es posible realizarlos correctamente, sin perder el control, con un buen trabajo de abdomen.
- ¡Mis piernas! Es cierto, se golpea con los brazos y el boxeo proporciona un excelente trabajo para toda la musculatura del tren superior. No obstante, nunca serás un buen boxeador si no acompañas con las piernas. Tu peso nunca debe estar fijo sobre el suelo, tienes que permanecer con las piernas activas en todo momento… algo así como si estuvieras dando pequeños saltitos sin parar, ¡verás cómo “pica”!