El pistol clásico realizado sobre el suelo, aunque es un habitual, es un movimiento que pone en riesgo a las articulaciones:
- ubica a la rodilla en un excesivo bostezo articular muchas veces en valgo (sobre todo en mujeres)
- y a la región lumbar en completa flexión con acuñamiento vertebral.
Si abusas de este movimiento, seguramente tendrás problemas, el riesgo es evidente e inevitable en esta posición que por otra parte es poco funcional.
Consejo
- Comprobarás que es un ejercicio exigente de fuerza donde si desciendes en exceso, no habrá posible retorno para volver a extender.
- Es necesario calcular muy bien la altura del cajón, es preferible comenzar con una altura pequeña y una vez garantizada la fuerza y estabilidad, aumentar la altura.
- La referencia es que la altura del cajón no supere a la altura de la rodilla.
Variación
- Mantener la pierna hacia abajo consigue mantener la cadera neutra y permite llevar la columna extendida y estable como en un squat.
- Al ser monopodal, garantiza un trabajo equilibrado entre los dos hemicuerpos, evitando compensaciones que pueden aparecer en un squat.
Sitúa un pie en el borde lateral manteniendo la pierna libre en el aire.
Flexiona la pierna de apoyo y lleva los brazos al frente para ayudar en la estabilización. Desciende con un rango de recorrido controlado la bajada excéntrica.
La referencia es que el talón (y solo el talón) toque ligeramente el suelo. Todo el peso se encuentra siempre en el apoyo elevado.