Los músculos del core deben ser entrenados conforme a su verdadera función. No están diseñados para soportar contracciones intensas, sino cargas moderadas con ajustes continuos. Un recurso sencillo que nos permite regular la intensidad es utilizar el apoyo de una pared. Esta opción te permitirá multitud de variaciones para trabajar todas las zonas.
1. Apoya sobre la pared las manos por debajo de los hombros, mantén la cadera neutra alineando columna y piernas. Flexiona tan solo las rodillas hasta que casi toquen el suelo manteniendo la cadera en su posición neutra.
2. En apoyo lateral, acerca el codo del brazo libre hacia la rodilla contraria. Presta atención para mantener extendida la pierna de apoyo. Trabajará toda la cadena lateral.
3. Elimina un apoyo de la pierna tocando con la punta del pie la pared con una ligera rotación. Separa los pies para mayor estabilidad y recorrido en la rotación.
4. Para incidir sobre la cadena posterior, alterna apoyos contralaterales manteniendo unos segundos.
Y si eres de los que busca entrenar core de forma diferente, aquí tienes otras rutinas que te permitirán implicar abdominales de forma poco tradicional y efectiva:
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