Es un error clásico entre los principiantes en el mundo del ciclismo: llevar el sillín demasiado bajo. El miedo a perder el equilibrio y "no llegar al suelo" es lo que provoca que la altura del sillín se quede muy baja con lo que no sólo perdemos potencia de pedalada al reducir la palanca que podemos ejercer con nuestras piernas sino que podemos causarnos problemas articulares o musculares.
¿Cómo hacerlo bien? Las matemáticas vienen en nuestra ayuda. Se aconseja que entre el sillín y el pedal, colocando el pedal en el punto más alejado posible del sillín, haya un 109% de la longitud de pierna. En mujeres sería un 107%, por la menor longitud de los pies, parte del brazo de palanca que comienza en la cadera.
Como ejemplo, con 81 cm de pierna, sería 81 x 1.09 = 88,29 cm.
Sube o baja el sillín hasta que haya esa distancia desde el pedal (con la biela puesta en prolongación del tubo de sillín) hasta la parte alta del asiento.
Vais a verlo más claro en este vídeo de los expertos de la revista BIKE.