Luis Moya sigue entrenando a tope y ha completado a nado la travesía del Estrecho con la intención de recaudar fondos para la organización benéfica La Cocina Económica de La Coruña.
¿Cómo se te ocurrió esta iniciativa?
Bueno, la Cocina Económica lleva dando de comer a los que lo necesitan en la Coruña desde 1.886 y el sueño de mi padre, que fue presidente de la junta de gobierno de esa organización -era médico y murió el año pasado-, era conseguir también albergue para ellos. Así que cuando participé representando monólogos en el Club de la Comedia dije que si ganaba, los fondos se destinasen a esta organización. Pero como me eliminaron en semifinales… Se me ocurrió la idea de cruzar a nado el Estrecho. Y haré lo que sea posible para que nadie duerma sin techo, al menos en La Coruña.
¿Cuánto tardaste?
·Una eternidad! Tardé 5 h 35" en completar los 15 km que separan Tarifa de Marruecos debido a unas terribles condiciones climatológicas. Se levantó viento y marejada al poco de salir y me retrasó considerablemente, al final fueron más de 24 km recorridos a nado y tardé más que en mis peores previsiones. Pero también hubo momentos estupendos, como cuando unos calderones (especie de delfines pequeños) se pusieron a nadar conmigo durante un tramo de la travesía.
¿Qué otros deportes haces?
Entreno 9 sesiones a la semana, de las cuales 5 son de natación, 2 de bici, una de transiciones y otra más de correr porque no quiero abandonar del todo el triatlón, que me apasiona. En 2003 corrí el triatlón de larga distancia de Ibiza. El deporte para mí es una filosofía de vida, no puedo vivir sin hacer deporte. Cuando entrenas te encuentras mejor, piensas mejor, puedes comer más y dormir a pierna suelta. Yo se lo recomiendo a todos, sobre todo a aquellos que tienen un trabajo sedentario porque también para ser mejores en su empleo y encontrarse bien necesitan entrenar su cuerpo. Como en todo, se trata de buscar el equilibrio y yo creo que lo he encontrado.
¿Echas mucho de menos los rallys?
No, pero es una parte fundamental de mi vida. Soy lo que soy gracias a los rallys. Además, allí tengo muchos amigos. Así que voy a verlos, saludo a los amigos, llevo a mis hijos... Es otra etapa de mi vida, pero no la olvido.