- No cambiar rutina
Es la causa principal de estancamiento. Tu cuerpo se hace eficiente y los ejercicios que antes suponían sobrecarga y por tanto mejora ahora no tienen el mismo efecto. No mantengas más de 6 semanas una misma rutina para evitarlo y seguir progresando: cambia las repeticiones, el peso, las series, los ejercicios… en vez de calentar en el tapiz, hazlo en la bici, etc.
- Malas posturas
La técnica es esencial en el progreso físico, por ejemplo, cada vez que hagas un ejercicio en pie
asegúrate de que separas los pies y no bloqueas las rodillas. Si no usas una buena técnica no podrás emplearte a fondo y además de no progresar podrías lesionarte. Pide ayuda a un monitor de sala para que revise tu forma de ejecutar los movimientos.
- Velocidad inapropiada
Los ejercicios precisan del ritmo apropiado para ser efectivos. La velocidad de ejecución ha de ser regular, de principio a fin. Los principiantes tienden a hacer los movimientos demasiado rápido. Fíjate en que el ritmo sea el mismo durante todo tu entrenamiento.
- Te pasas de tiempo
Una rutina de gimnasio no debe durar más allá de los 50 minutos (salvo que seas un experto). Si necesitas mucho más tiempo o estás malgastándolo entre serie y serie o estás haciendo demasiados ejercicios, ambas causas clásicas de estancamiento.
- Tu objetivo no está definido
Muchos no tienen claro lo que buscan. Mantener un objetivo es fundamental para lograr progresos: si es perder peso, combínalo con dieta, si es ganar músculo toma los suplementos adecuados…