La buena temperatura da ganas de salir al aire libre, pero el calor también tiene sus riesgos.
Uno de ellos es la deshidratación.Es muy importante beber mientras haces ejercicio y más cuando hace calor fuera, ¿sabes por qué? Cuando la temperatura exterior es alta y la interior también (al hacer ejercicio) el cuerpo tiene un sistema de refrigeración:la transpiración. Al sudar, la piel se enfría y baja la temperatura de nuestro cuerpo, pero a costa de perder agua y sales minerales, con fatales consecuencias.
Con sólo una pequeña deshidratación del 2% del agua de peso corporal, disminuye el rendimiento deportivo y la resistencia hasta un 20%.
Los músculos funcionan en gran parte gracias al agua, así que si no se la proporcionamos, comienzan a fallar.
El calor, unido al esfuerzo muscular, puede producir calambres por pérdida del sodio y el cloro disueltos en el sudor.
Perdemos más agua cuanto mayor es la intensidad del ejercicio y el calor y humedad ambientales.
Por eso es necesario reponer líquidos para que funcione el "refrigerador".
- Hay que acostumbrarse a beber antes de tener sed, porque la sensación de sed ya indica que estás deshidratado.
- Cuando estás en plena actividad física, lo ideal es beber cada 10-20 minutos. Lo puedes hacer si tienes una mochila de hidratación, y si no tienes, como no vas a estar parando cada 10 minutos, recuerda beber antes de la ascensión y hacer alguna que otra paradita para tomar agua antes de llegar a la cima, aunque sea a la media hora.
- Bebe poco a poco, a pequeños tragos, para evitar la sensación de estómago lleno o que te siente mal.
- Intenta complementar la ingesta de agua con el aporte de sales minerales y vitaminas:zumos,bebidas isotónicas, etc...sobre todo en actividades de larga duración o para salidas de más de dos días.
- Si no te queda mucha agua en la cantimplora, no conviene comer mucho, ya que las proteínas que se ingieran "pedirán agua", y si no la aportas desde le exteriorla obtendrán de las células de nuestro organismo.
