Triatlón de la mujer 2009, las chicas nos hacemos triatletas

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Tercer año del Triatlón de la Mujer, esta vez me he puesto hasta nerviosa, y es que el nivel está subiendo una barbaridad y veo muchas chicas que otros años estaban de guasa entrenando y tomándose muy en serio el triatlón en los boxes. Mis compañeras de equipo: Lola mi hermana-cuñada e Isa mi compi de batallas nikeras nos hacemos la foto de rigor como cada año y prometemos darlo todo por el equipo Sport Life Woman...y allá vamos al lago de la Casa de Campo donde como cada año nos esperan sus aguas verdosas con las carpas gigantes, ufff, mejor no pensarlo, la sorpresa es que a nuestro lado está Anne Igartiburu como una más, es valiente esta chica.

Este año la novedad es que salimos desde el agua, nada de tirarse, mejor porque así las gafas no se mueven pienso, pero lo que no me espero es que al dar la salida empiezo a recibir patadas y me incrutan las gafas en el ojo, entre manotazos y patadas no consigo coger el ritmo y me entra un ataque de pánico: trago agua verde, no veo nada, me golpean ¿qué hago yo aquí? ¿dónde está la barca de bomberos? ¿cómo se respira a crol? Esto no me puede pasar a mi, tengo que tranquilizarme, empiezo a nadar a braza y rezo para que no me vean los míos porque se van a reír mucho, cojo ritmo y llego a la primera boya, parece que ahora el campo está despejado y puedo nadar a crol, ¡menos mal! Este año está claro que hemos dejado de participar para divertirnos para competir de verdad, el salto al triatlón pasa por la prueba de bautismo en el agua y salgo del lago más que bautizada.

Llego a los boxes y me encuentro a Lola y a Isa poniéndose el casco, así que me pongo las pilas, no sé donde he puesto los guantes, tengo hambre y todavía respiro ansiosa después del susto del agua, lo bueno es que la bici es mi mejor baza, así que cojo mi Trek Madone y me lanzo al asfalto. Recuerdo el consejo de Fran: ha llovido el asfalto está mojado y no arriesgues en las curvas, me pongo a ritmo, plato mediano, cambio piñones y empiezo a adelantar bicis, ¡disfruto tanto pedaleando! Uhm, ahora si que el triatlón es divertido, lástima no rodar más kilómetros, dejo la bici en un buen puesto y ahora me toca mantenerlo en mi peor deporte...

Cambio las zapatillas con calas por mis zapatillas de correr y salgo despacio que mi lesión de isquiotibiales aún no está curada, menos mal que Maribel la osteópata no desiste y al menos no duele, sólo molesta.

Los niños y Fran me siguen animando en el recorrido, Fran me grita que me emplee a fondo y pienso que la carrera no es lo mío, ya me empleé a fondo en la bici y gané un buen puesto, ahora no pasa nada si me adelantan las buenas corredoras, lo principal es no lesionarme y me concentró en cada paso que doy, llego a meta esprintando sin mucho afán, contenta y con una sonrisa en la cara, miro al cielo y el arco iris sale iluminando mi puesto 20.

En los boxes Lola y yo vemos a Anne Igartiburu que ha participado en equipos con una sonrisa, nos animamos a hacernos una foto con ella y nos enamora su naturalidad y su espíritu deportivo, no es la primera vez que la vemos en alguna carrera de la mujer o entrenando por el parque, ¡así se da ejemplo! Me quedo con su frase: no me importa llegar la última, ni que me reconozcan, me gustaría que nadie me hiciera fotos por salir en la tele cuando estoy participando en un evento deportivo pero no voy a dejar de hacer las cosas que me gustan por ser famosa. ¡Así me gusta Anne! Desde aquí la animó a participar más veces y en muchas más aventuras con Sport Life.

Chicas, el triatlón es divertido, y más en plan chicas con risas y pocas presión. ¿quién se apunta al siguiente?