https://www.youtube.com/watch?v=5sH5aY_aVI8
Mis compañeros del Equipo Compex acaban de enviarme el vídeo resumen de la Titán Desert 2015 - Equipo Compex. Estoy en pleno cierre de la revista Sport Life de agosto, a tope y sin un minuto para entregar todo a tiempo..., pero no he podido evitar verlo y emocionarme con tantos recuerdos y emociones que pasé en el desierto junto a mis compañeros de equipo. Ahí os dejo el vídeo en exclusiva.
Y aprovechando el artículo del reportero de la revista Sport Life que hice en el mes de junio, os dejo la crónica completa, sin recortes por falta de espacio en papel, Yola 'al natural' como siempre, lo que siento es lo que cuento, los que me conocéis ya sabéis como siento todo al 100%.
El desierto también es para mujeres
La Titán Desert es una prueba de Bicicleta de montaña en Marruecos, más de 600 km de pedaladas a temperaturas que pueden llegar a superar los 45ºC, entre dunas y caminos áridos con mucho viento en contra. Este año cumple 10 años, una década de historias que se escriben con sudor y lágrimas, necesarias para conseguir hacerse con el trofeo de titanes, un auténtico fósil que colocar en un lugar destacado de la casa.
Podía haber ido cualquiera de nosotros en Sport Life, tienen más kilómetros y experiencia en bici que yo, p
¿Sabías que en la mitología griega clásica había 12 titanes, y que 6 eran hombres y 6 eran mujeres? Sí pocos recuerdan que las mujeres titanes, conocidas como titánides, también eran reinas absolutas al mismo nivel que sus compañeros. En el ciclismo femenino es difícil encontrar semejante paridad entre sexos, las mujeres, atletas y populares, somos pocas, aunque poco a poco vamos haciéndonos un hueco entre pedalada y pedalada, allá vamos porque se hace camino por la igualdad kilómetro a kilómetro. Mi granito de arena ha sido compartir la experiencia de la Titán Desert 2015 recorriendo más de 600 km por el desierto de Marruecos en compañía de 600 titanes, apenas 40 titánides. Una experiencia intensa, dura y que ha marcado un antes y un después, física y mentalmente, mi trayectoria como mujer deportista. Ahí va mi crónica, os aseguro que ser titánide no es fácil, pero merece la pena llegar a serlo.
¿A quién se le ocurre?
Todo empezó hace unos meses en un Clinic de electroestimulación de Compex para deportistas bromeando con Marga Marín, la directora de marketing de la marca sobre si me atrevería o no a ir a la Titán Desert con el equipo Compex, la lancé un órdago: ‘si tu me llevas yo voy’, y ahí quedó la cosa. A los pocos días recibí un correo para ver si lo decía en serio, e inconsciente de mi, le dije que sí, que contara conmigo, yo sabía que la titán era una prueba de fondo en bici de montaña por el desierto, pero no conocía realmente dónde me metía… Lo descubrí más tarde.
¿Por qué participar?
¿Cómo fue el entrenamiento?
Me da vergüenza escribirlo, pero creo que pocos titanes han ido al desierto con tan pocos kilómetros en las piernas como yo. Aunque en la Titán descubrí que algunos que llevaban menos, léase los exjugadores de baloncesto Elisa Aguilar e Iñaki de Miguel y el torero Oscar Higares, que se participaron en equipos benéficos (Freno al Ictus y Summadream). Cuando Salva Amat de Compex me pasó el plan de entrenamiento estuve alucinando un buen rato ¿De dónde sacaba yo tiempo para rodar en bici tantos kilómetros? Afortunadamente, el plan venía acompañado de un electroestimulador Compex 8.0 wireless, una maravilla tecnológica que me permitía ganar fuerza, resistencia y recuperarme de las palizas de los fines de semana en mis ratos libres. Bueno, confieso que acabé poniéndome los electrodos frente al ordenador en mi fitball o en el rodillo para ganar tiempo, lo que me aseguró unas buenas agujetas, mientras mis cuádriceps iban ganando fuerza y volumen. ¡Al menos empezaba a parecer ciclista! Las últimas semanas fueron una locura, entrenando al llegar a casa cada noche en el rodillo en el salón de casa, mientras repasaba los deberes, organizaba la cena, contestaba el correo electrónico y escribía en el iPad artículos, en una improvisada oficina-gimnasio. Hubo días en los que acababa a las 12 de la noche, agotada después de 2 horas de rodillo. Fran y los niños durmiendo y sólo quedaba el gato y las dos tortugas mirándome con cara de ¿Cuándo vas a apagar la luz y dejarnos dormir? Duro no, muy duro. Si no llega a ser porque mi familia es ciclista y mis fans número 1, y que tengo a Fran por marido, ADN 100% ciclista que me animaba y se ocupaba de los niños para dejarme tiempo libre para entrenar los fines de semana horas y horas, no hubiera llegado a mejorar mi lamentable forma física en tan poco tiempo. Aún así, pronto descubría que esto era insuficiente para lo que me esperaba en el desierto.
Mi Orbea Oiz ya había llegado al desierto hacía unas semanas en su caja de cartón de la Titán. Eso ya me hizo ponerme en situación, ya estaba en marcha, la última semana fue una locura de trabajo, cierre y dejar programadas entradas en mi blog con las etapas, a espera de enviar fotos y vídeos. Estaba tan agotada que les decía a mis compañeros que la Titán iban a ser unas vacaciones en Marruecos, pedaleando con amigos, ya que al menos dormiría más de 4 horas y no tendría correos y artículos pendientes, estrés y lavadoras esperándome. Fue llegar a Boulmane Dades y relajarme. Ya estaba allí con mi equipo Compex, equipación nueva, dorsal dispuesto y rodeada de ciclistas con ganas de pedalear.
La 6ª y última etapa la disfruté, me encontraba más fuerte cada día. Y eso que luego descubrí que habían apostado que no pasaría del 2º día porque no comía pasta ni arroz, y me alimentaba a base de ‘raicillas’ como decían, y es que llevé mi ‘doping natural’: barritas caseras de Heronymous, remolacha, lentejas, jengibre, limón ¡y mucho, mucho chocolate negro! Así
No puedo describir la sensación de felicidad que te llena en ese momento, el abrazo del equipo, la camaradería y complicidad con el resto de titanes… todo y más: un cansancio que te sobreviene acabar, agotamiento puro que invade músculos y mente después de la adrenalina.
¿Y volverías a hacerlo?
Mis compañeras titánides
No están todas las que son, pero aquí tienes las opiniones de algunas de las ciclistas con las que compartí la titán Desert, alguna codo a codo pedaleando, otras ni las veía porque son campeonas y daba gusto verlas disputar la carrera.
“Mi experiencia en la Titán Desert fue muy dura porque sólo entrené durante dos meses y más carretera que otra cosa. El día antes de ir me dí cuenta de lo duro que iba a ser y me quedé algo preocupada por si iba a ser capaz de acabar la carrera que era mi objetivo. El primer día fue el durísimo porque fue la más larga y tardé 11 horas y 20 minutos. Me dí cuenta de que cada día iba a ser una dura batalla conmigo misma. Gracias a la solidaridad de los participantes pude terminar el reto más duro de mi vida. Con el apoyo y cariño de mi equipo Summadream, la ayuda de Isidro del equipo Gaes, y todo el equipo de ‘Freno al Ictus-Mammoth’ con Iñaki de Miguel, Tomás, Pipo, Julio, Antonio, Oscar. Y a ti, Yola, por los ánimos y verte luchar como lo hiciste. ¡Todo esto ha hecho que la Titán haya sido la mejor experiencia de mi vida! Se lo recomiendo a todo el mundo que quiera vivir una experiencia única y que quiera vivir lo que es llevar al límite el cuerpo y sobre todo, la mente. Mi lema: ¡SI QUIERES SE PUEDE Y PENSAR EN ABANDONAR NO ENTRA EN LA MENTE DE UN TITÁN!"
Anna Ramírez, 1ª clasificada en féminas
"Me llamo Anna Ramirez Bauxell nacida en Vic, Catalunya, residente en Puigcerda, tengo 34 años, de profesión Mosso d'Esquadra (poli) y desde los 15 años compito en ciclismo de carretera con una extensa trayectoria siendo en 2004/2014campeona de España absoluta en ruta. En mi primera Titán he tenido la suerte de ir con Mayalen y Sandra. Ellas tienen mucha experiencia y me han ayudado y aconsejado para ir preparada en todos los sentidos. Eso hizo que me sintiera a gusto en carrera a pesar de tener un par de días malos por problemas gástricos. La verdad es que me gustó la convivencia con la gente, la atención del servicio médico, y la atención al corredor. Pero me pareció de otro siglo no disponer de baños y duchas para mujeres cuando éramos 50 compitiendo, o que cada día exponían la bici del ganador de la etapa pero nunca la de la ganadora. Tampoco me pareció correcto el error del 4º día de navegación, pudimos perder el primer y segundo puesto por un error de la organización, nos hizo sentir a todos mucha desconfianza en este sentido, es un punto a mejorar para ellos".
“Esta era mi 4ª Titán Desert y a pesar de llegar arrastrando una reciente lesión de tobillo (2 microfracturas con edema óseo) y consciente de que no es para nada una carrera que se adapta a mis características de ‘biker’ más bien técnica, me hacía ilusión compartir esta experiencia con unas compañeras de lujo: Anna Ramírez y Mayalen Noriega (1ª y 2ª clasificadas finales) que formábamos parte del equipo Primaflor Orbea al que tengo que agradecer su confianza por apostar por nosotras. De la carrera lo más destacado es el compañerismo que se vive en ella, convivir con todos los participantes de distintos niveles en la misma haima o en el mismo comedor, nos hace a todos iguales en el campamento. Como mujer lo negativo es el poco esfuerzo que hace la organización de cara a la participación femenina a pesar de que somos más de 40 mujeres, año récord. ¡En los resúmenes casi no éramos mencionadas! En el campamento teníamos que compartir las mismas duchas y lavabos con los otros participantes, con intimidad “0" para cambiarnos o asearnos. Aunque todas somos conscientes de donde vamos y lo que nos vamos a encontrar, ¡hay escenas que no son muy agradables a la vista!"
“La Titán Desert es una carrera aparte, no tiene nada que ver con las carreras que hago normalmente de MTB. Esta ha sido mi 3ª Titán, y en si el recorrido no es de los más duros que he hecho, pero lo que la hace muy dura es todo el conjunto de factores. Es una carrera peculiar donde la competición no termina cuando cruzas la meta cada día, si no que empieza desde que sales con tu maleta de casa hasta que vuelves a ella. Son un cúmulo de factores a los que tienes que aprender a sobrellevar, mal dormir, mal comer, mal descanso… , pero creo también que eso es lo que hace la carrera especial, se sufre tanto durante tantos días que las amistades que haces son reales y convives con gente que si no fuera ahí nunca se habrían cruzado en tu camino. Y lo que más me ha gustado de éste año es haber podido formar equipo con mis mejores amigas del equipo Primaflor-Orbea y eso es una experiencia que nunca olvidaré".
“Soy una asturiana que lleva apenas 2 años practicando BTT, recuerdo que en mi primer maratón en bici pasé más tiempo caminando que en bici, pero poco a poco empecé a convertir la bicicleta en mi pasión y me apunté a pruebas largas: los 10.000 del Soplao, los 101 km Peregrinos, Desafío Valgrande Pajares, equipo femenino Madrid-Lisboa Non Stop, etc. Gracias al concurso de selección del equipo Compex, mi sueño de ir a la Titán se hizo realidad, en principio íbamos a hacer un equipo de dos chicas Yola y yo, pero dado que no había esa posibilidad en la Titán, hicimos equipo mixto junto a Francis Pulido, casi un desconocido con el que rodé los más de 600 km de la carrera. Mis etapas favoritas fueron la primera y la quinta: la primera por ser la más montañosa y la quinta por introducirnos en medio de las dunas, donde más sufrí, los puntos de control estaban mal marcados, nos perdimos y nos quedamos sin agua. Me siento muy afortunada de haber podido ir en equipo con Francis, siempre ha estado ahí para esperarme, ayudarme y motivarme, incluso cediéndome su bebida y comida en los momentos más difíciles. Hemos sufrido, reído y llorado juntos, pero sobre todo hemos disfrutado de la experiencia. Desde el punto de vista de mujer, animaría a la organización a que fomentasen un poquito más la participación femenina, me hubiese gustado poder ver más imágenes en televisión de esa Anna Ramírez rodando a gran velocidad o de Mayalen Noriega entrando a meta con su gran sonrisa. Tampoco estaría mal una zona diferenciada de duchas, nos ahorraríamos el mal trago de tener que pasar a la ducha con la mirada al suelo. Lo mejor que me llevo de esta aventura, además de las bellas imágenes que se quedaron grabadas en mi cabeza, es el gran compañerismo que se vive en esta prueba. Me quedo con toda esa gente que he tenido el placer de conocer, con mis compañeros del equipo COMPEX y en especial con mi compañero de fatigas, Francis".
Mar Hernández Plana
“Mi paso por la Titán Desert ha significado conseguir estar en uno de los mayores sueños una vez superado el cáncer de mama. La bici, que me ha aportado tanto, merecía una prueba de alto nivel de dificultad en BTT. Aunque no pude terminar la primera etapa, para mí el mero hecho de estar allí ya ha tenido su valor, podría no haber estado. Terminar el resto de días la prueba y llegar a meta, un gran premio, pero también pone de manifiesto que después de un cáncer, con todas la secuelas y efectos secundarios derivados, después de todo, se puede. Me he enamorado de la aventura, del desierto, de los paisajes, de los rostros de la gente, ¡de la luz! La vivencia de la Titán en el campamento, conocer a la gente que he conocido, etc., la Titán no deja indiferente.Pedalear sola, en algunos momentos sin nadie delante ni atrás, ha reforzado mi coraje y mi autoestima. Vuelvo orgullosa".
“Mi Titán ha sido muy especial, he participado acompañando a Gabriel Briceño, mi tutor y ángel en mi carrera deportiva. Los paisajes, las dunas, la gente, todo ha sido una experiencia. Para mi lo peor ha sido la altitud, ya que vivo a nivel del mar en la Isla Margarita, la primera etapa de montaña me faltaba el aire. Poco a poco fui cogiendo ritmo y he disfrutado del desierto."
Hay muchas historias, muchos sentimientos, mucho que contar en la Titán Desert, difícil describir con palabras una prueba tan dura. Os dejo una galería de fotos que he ido recopilando de aquí y allá para que os animéis a prepararla y participar el año que viene. Merece la pena ser titán o titánide.