Este pasado fin de semana me estrené en el triatlón de media distancia. Junto con Yolanda y Fernando Sebastián nos fuimos a Budapest (ciudad espectacular, por cierto) a correr el Medio Ironman.
Pensaréis que habría entrenado como una bestia. Pues no. Y eso me ha permitido constatar que esta es una prueba que con cabeza se puede terminar si haces deporte con regularidad y sin tener que cambiar tu modo de vida por un plan de entrenamiento muy exigente. Si os sirve de referencia, durante el año he nadado un par de días 30 minutos (¡gracias Lola por tu paciencia y los consejos!), he corrido un par días (sobre 40 minutos) y en bici he salido un día el fin de semana (generalmente una hora y media en bici de montaña; en carretera sólo una vez he hecho más de 90 km, cuando hice la Gran Fondo Polar La Mussara en mayo).
Aquí os dejo algunas de mis conclusiones de este fin de semana:
1. Después de correr Medio Ironman, mi máximo respeto para todos los que han terminado un Ironman. Hoy en día no puedo imaginar tener que hacer el doble. Medio si que voy a hacer más porque me ha encantado la experiencia, pero uno entero ahora mismo creo que está fuera de lo que vida permite.
2. No veas la logística que tiene esto de irse al extranjero a hacer un triatlón. Es como una mudanza (la bici, el traje de neopreno, las gafas de nadar, las zapatillas de bici, las de correr, la vaselina, las gafas, la gorra por si hace calor, los guantes de la bici, el casco, la cinta para el dorsal...) y encima siempre acojonado con que le hagan algo a la bici en el vuelo.
3. He mejorado mucho en la natación (36 minutos, menos de lo que tardé hace un par de años en los 1500 metros del Triatlón de Valencia) pero sin llegar esta vez a la sensación de "naúfrago que se ha caído de un barco" el agua me sigue superando. Tengo sensación de que todavía no lo controlo y que se me olvida todo lo que he aprendido de técnica y me limito a sobrevivir. Una cosa buena, se puedo finalmente nadar con traje, la temperatura del agua estaba en el límite. Y mi miedo de tener problemas para quitármelo quedaron olvidados con la compra del Aquaman ADN que es que además de no agobiar nada mientras nada se quita sólo en nada. Gran relación calidad/precio.
4. La bici era lo opuesto a lo que poco que yo había entrenado. Si he hecho sobre todo mountain bike por senderos duros y técnicos, allí era todo llano y de ir todo acoplado (yo tenia un día de experiencia con el acople de triatlón). Eso sí, el circuito un lujazo pasando por todo el centro de Budapest incluyendo cruzar en bici por el Puente de las Cadenas. Al final fueron casi tres horitas pedaleando.
5. La carrera a pie, pese a que en el último mes no habré hecho más de 20 km, se me dio fantástico y eso que tuve un susto con un tirón en el cuádriceps cuando apenas llevaba 2 km del medio maratón. Al final cumplí mi objetivo de hacer los 21 km a 5'/km. Tener cabeza de maratoniano (he terminado 25) es una gran ventaja ya que la mente la tienes preparada para el sufrimiento final.
6. El Medio de Budapest es totalmente recomendable. La organización muy buena, los voluntarios fantásticos, los avituallamientos potentes, una entrada en meta emocionante, buenos regalos (una mochila y camiseta finisher y una medalla potente) y es una ciudad que para luego hacer turismo es fantástica. Por cierto, recomiendo la opción de ir al día siguiente después del Medio a uno de los famosos baños (que son preciosos) dónde la recuperación de acelera con los tratamientos termales (y la entrada vale apenas 4 euros).
7. Voy a tener que entrar en una clínica de desintoxicación para curarme de tanto gel, barrita y bebida isotónica que me tomé en las 5 horas y 27 minutos que estuve en danza.
8. Un buen detalle que hubiera cerveza sin alcohol en los avituallamientos. Eso sí, no tuve valor de probarla, pero me quedé con las ganas...
9. Yo diría que me ha parecido menos duro física y mentalmente que un maratón. Será porque vas cambiando de deporte y veas una meta siempre cerca, porque los músculos que trabajan son distintos...personalmente me ha parecido menos exigentes que meterse de tirón los 42'195 km.
Y escrito esto, y con mucha pena, hoy cuando me duche me quitaré ya la pegatina con el número del brazo...hasta el siguiente que tengo que reconocer que me he quedado "enganchado".
@franchicosport