Este fin de semana he hecho mi primera marcha cicloturista de la temporada. Tenía muchas ganas de acudir a la Polar Gran Fondo La Mussara de la que todo el mundo hablaba maravillas tras su primera edición. Como el viernes era festivo en Madrid (San Isidro) era una oportunidad única para un fin de semana largo de deporte, turismo y familia. Y es que el primer gran punto de la marcha es que Reus está pegando a Port Aventura con lo que los chavales nunca han estado tan contento de que a sus padres les guste el ciclismo. Además, la organización ofrece una oferta de hotel que incluye gratis las entradas para el Parque. La parte mala es que estar todo el día subiéndote a atracciones y haciendo colas de pie no es lo mejor para meterse al día siguiente un montón de kilómetros es las piernas.
Por eso, y por el pequeño detalle que apenas he podido salir este año con la bici de carretera, Yolanda y yo decimos hacer la marcha corta (92 km). Yola podía perfectamente haber hecho la larga de casi 200 km (y dar dos vueltas) después de haber terminado la Titan Desert un par de semanas antes. Nada más despertarme y mirar por la vuelta ya me dí cuenta de que iba a ser un día duro en la oficina...¡menudo vendaval soplabla! Tanto aire que la organización por seguridad no montó por seguridad ni el arco de salida ni ningún hinchable de publicidad.
La marcha era una verdadera marea rosa. Como la Carrera de la Mujer pero a pedales y a 40 por hora. Es la Gran Fondo Polar La Mussara es la primera que ha logrado que los participantes salgan todo con el mismo maillot (y con los mismos calcetines). Y la clave es muy sencilla: te dan un maillot Northwave de una calidad fantástica y además con un diseño espectacular. Con el viento de cara salimos a primera hora (a las 7.30 empezaba, desayunando a las 6) hacia el puerto que da nombre de la Marcha, la Mussara, 10 km de ascensión (que se cronometraban) y con la cima situada en el km 25. Esto ayuda a romper el gran pelotón rosa de 4000 participantes y a que sea una marcha en la que no tuve nunca la sensación de riesgo inminente que tienes en otras pruebas en bici multitudinarias. Es un puerto exigente pero que se sube con cierta comodidad y que te regala unas vistas espectaculares (las podéis ver en la imagen) . Luego la marcha es un continuo sube y baja endurecido el sábado por el viento. Y según te vas introduciendo más vas descubriendo unas carreteras fantásticas para la práctica del ciclismo (con cero tráfico, con bajadas más divertidas que difíciles...) y con unos paisajes del Priorat que me encantaron.
El marcaje era perfecto (creo que hubiera podido hacer el recorrido sólo siguiendo la señalización); de los avituallamientos no puedo hablar porque no paramos en ninguno (íbamos bien surtidos de las barritas saladas caseras de Lourdes que nos encantan). Y lo que era tipo Tour de Francia era la asistencia técnica incluso con las motos de Mavic con ruedas para reparar rápidamente los pinchazos. Un lujazo. Sin duda, la Polar Gran Fondo la Mussara marca un nuevo estándar de calidad en el mundo de las marchas cicloturistas.
Llegamos al desvío de la marcha corta con la larga y con mucho pesar....nos fuimos por la corta. Mi amigo José de Cercedilla me contó que me perdí un puerto no muy largo pero con algunas rampas tipo Marie Blanque. Ya con el viento a favor (y por una carretera ya con más tráfico) hicimos los últimos 15 km hasta regresar a Reus. La comida de pasta post-marcha la cambiamos en una de las mejores decisiones del fin de semana por una espectacular paella en Can Bonachi en la playa de Arrabassada en Tarragona. Una tarde de playa y un paseo con visita a la zona romana completaron un día tan largo (la única ventaja de levantarse al alba es lo que luego da de sí la jornada) como completo.
Vamos, que si te gusta el ciclismo la marcha de Polar es un planazo. Yo el año que viene vuelvo pero como con una cometa para sacarle también un poco de partido a tanto aire...
@franchicosport