El simple gesto de lavarse las manos frecuentemente cada día es la forma más eficaz de prevenir el contagio según la Asociación de Medicina Británica.
Basta con lavar las manos antes y después de preparar comidas y después de usar el baño para prevenir el contagio de los virus a través de el material de oficina y comida. Intenta mantener tu casa y trabajo limpias y cúbrete la boca cuando tosas o te suenes la nariz.
Si estás en un grupo de riesgo debes valorar con tu médico la necesidad de vacunarte frente a la gripe.