Los españoles tenemos tendencia a seguir trabajando aunque no nos encontremos en buenas condiciones físicas o mentales y pensamos que nuestro rendimiento sólo disminuye un 10% frente a un 21% de franceses o 27% de alemanes.
De hecho, el 74% de los españoles ha ido alguna vez a trabajar estando enfermo, un porcentaje mucho más alto que en otros países (por ejemplo, Francia: 42%). Todo según el estudio internacional “360º Wellbeing Survey 2018" realizado por la aseguradora de salud Cigna.
¿Y cómo disminuye realmente nuestro rendimiento cuando trabajamos enfermos? Pues los expertos son todavía más estrictos. Consideran que un trabajador enfermo que continúa trabajando disminuye su rendimiento en al menos un 50% y que además este bajo rendimiento contamina a otras áreas (y no solo por contagio de la enfermedad a otros trabajadores) porque toma malas decisiones que pueden afectar negativamente a su trabajo y el de sus compañeros durante las siguientes semanas.
En deporte, también somos bastante “presentistas" y tendemos a entrenar aunque nos encontremos mal. Es posible que un entrenamiento ligero te ayudar a sentirte mejor, pero no te pases con la intensidad ni la duración… no sólo no va a servir para aumentar tu rendimiento, tu recuperación también va a ser más lenta.