Vida Sana

Los problemas que trae inhalar el humo de los incendios

Ante la terrible situación de incendios en España, la calidad del aire se ha reducido y hay una capa de humo en el aire, incluso en zonas alejadas, que está provocando problemas respiratorios y de salud. Evita hacer deporte en exterior.

Redacción Sport Life. Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES)

4 minutos

Los problemas que trae inhalar el humo de los incendios

España se encuentra en uno de los peores veranos de su historia tras varios incendios forestales que han dejado en nuestro país los bosques quemados, personas fallecidas,  heridos y hasta 8.000 desalojados en varias comunidades  Castilla-León, Galicia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid, entre otras.

Las últimas fuertes rachas de viento han propiciado, más allá de la dificultad de extinguir los fuegos, que el cielo se convierta en una capa de humo que se ha extendido, incluso, a zonas alejadas.

¿Tienes dolor de cabeza, congestión nasal, dificultades para respirar, picor de ojos, tos? Revisa la calidad del aire de tu zona.

Esto ha provocado que muchas personas, sobre todo aquellas con problemas respiratorios, empiecen a notar síntomas que dificultan la respiración y la salud.

A la hora de hacer deporte, también es conveniente tener en cuenta la calidad del aire que respiramos, y en caso de salir a entrenar al exterior, es conveniente evitarlo si vemos que el aire está gris o hay una capa de humo, que parece una neblina de nubes, como si fuera a llover. Observa el cielo y comprueba en las aplicaciones la calidad del aire que te rodea. 

Es recomendable evitar el ejercicio intenso al aire libre y optar por actividades en lugares cerrados o ejercicios ligeros si el aire interior también está contaminado, según el Departamento de Salud de Washington. 

Desde la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), la coordinadora de Divulgación, la enfermera Rosa Pérez, ha explicado a con EFEsalud las razones por las que el humo de los incendios afecta a la salud:

"El humo de los incendios se compone de varios gases como el monóxido y dióxido de carbono, así como de pequeñas partículas suspendidas en el aire que si se inhalan pueden hacer un gran daño al cuerpo".

 

El efecto de los incendios forestales en los pulmones y otros tejidos es, que esta cantidad de gases que se originan a causa de los incendios, "se quedan en los pulmones, pueden pasar a la sangre y pueden alterar incluso el sistema inmunitario", afirma Pérez.

El monóxido de carbono es altamente tóxico, se une a la hemoglobina y desplaza al oxígeno en la sangre, lo que dificulta la respiración y puede provocar problemas circulatorios.

 

Además, la enfermera también explica que hay otros compuestos orgánicos tóxicos en el ambiente como el benceno o el cianuro, por lo que subraya que ya el propio humo es irritante y provoca una respuesta inflamatoria en el organismo, que puede dañar los tejidos.

Puede aparecer la tos o tener un ataque de asma, en el caso de las personas asmáticas. Los enfermos respiratorios crónicos pueden manifestar sibilancias, como consecuencia de la inflamación de los bronquios, y dificultad para respirar. 

El consejo de los especialistas es claro: Si hay partículas en suspensión lo recomendable es llevar mascarilla con filtro N95 para no inhalarlas y tratar de evitar así problemas respiratorios.

En los incendios, sobre todo los que ocurren cerca de las capitales o emplazamientos urbanos, no se quema solo materia orgánica como árboles o vegetación, también coche o plásticos con compuestos químicos tóxicos, que incluso se mantienen en el aire días después del incendio.

Esto hace que no solo sean los pulmones o el sistema respiratorio el que más sufra. En el caso de los ojos, pican y arden porque las materias tóxicas se pegan a la superficie de la córnea y crea la sensación de sequedad y se irritan. En estos casos lo mejor es lavarse los ojos con suero fisiológico o echarse lágrimas artificiales. "Si estás en zonas que ha habido un incendio, protégete los ojos, ponte gafas", añade Pérez.

La coordinadora de Divulgación de SEMES indica que también otra consecuencia en la salud podría ser el dolor de cabeza por la inhalación del monóxido de carbono que desplaza al oxígeno en la sangre. "En las emergencias, nosotros cuando alguien nos llama diciendo que le duele mucho la cabeza o que está mareado y es invierno, siempre le preguntamos, si tienes brasero o estufa porque puede haber una intoxicación por monóxido de carbono", subraya la enfermera.

Como consecuencia de una menor presencia del oxígeno en el cuerpo el corazón se puede acelerar al intentar bombear más rápido la sangre, lo que genera taquicardias, y además de dolor en el pecho, aparece el cansancio. "Esta taquicardia en personas que tengan el corazón ya delicado les puede ocasionar problemas circulatorios, les puede dar un infarto, angina de pecho o arritmias, porque la falta de oxígeno también hace que el corazón no funcione bien", afirma.

Las personas más vulnerables son como siempre los enfermos crónicos sobre todo los que tienen problemas cardíacos y respiratorios y las personas mayores, también las embarazadas y la infancia. En este sentido, la enfermera señala que hay que tener en cuenta la perspectiva de género porque las mujeres toleran peor la exposición al humo que los hombres y tienen un mecanismo para evitar este tipo de problemas de salud generados por los incendios diferente. "Por tanto, una mujer mayor con enfermedad crónica es posible que lo lleve peor", asegura Pérez.

Además, al resto de la población se le recomienda evitar hacer deporte o actividades de gran esfuerzo: "Es importante evitar el tiempo al aire libre y si no hay más remedio, protegernos con mascarillas FPP2 y gafas de protección ocular y por supuesto no fumar".

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