Siguiendo en esta línea, en ocasiones los cambios de lugar geográfico pueden causar estreñimiento, bien por el cambio de agua, climatología, alimentación, etc.
Siempre debemos llevar en nuestro botiquín una fibra, o mejor aún, un combinado de diferentes fibras solubles e insolubles, que favorezcan la formación y arrastre adecuado de las heces.
Las recomendaciones de la FDA son de 30-40 g/día distribuida como 30% de fibra insoluble y 70% de soluble, en adultos. Algunas de las fibras solubles más características son el salvado de avena, pectina de manzana y pomelo, y en el caso de la fibra insoluble, la más reconocida por su eficacia es la cáscara de psyllium.