Vida Sana

Mejora tu rendimiento y tu organización en 5 pasos

Como deportistas estamos acostumbrados a trabajar duro para mejorar nuestro rendimiento y sin embargo la situación creada por el Covid-19 genera la necesidad de poner el foco en mejorar nuestro rendimiento vital y nuestra organización personal.

Susana Jiménez Choclán / Agile Coach y Experta en coaching integral

2 minutos

Mejora tu rendimiento y tu organización en 5 pasos

En pocos días hemos tenido que cambiar nuestros esquemas cognitivos, adaptarnos al grandísimo cambio cultural que supone en muchas empresas el teletrabajo. Este último en unas condiciones muy excepcionales. Por si fuera poco la perspectiva de vuelta a la normalidad genera más incertidumbre aún que el propio confinamiento. Por todo ello son habituales las dificultades para concentrarse, desconectar del trabajo, o incluso no encontrar la misma motivación para salir a hacer deporte. Se debe a todo el esfuerzo de tu cerebro para adaptarse a la nueva situación aunque la buena noticia es que al salir de la famosa zona de confort estás ampliándola. Precisamente en estos momentos es más importante que nunca mantener una buena organización diaria, crear unas rutinas y ajustarnos a ellas ya que es lo que nos va a permitir mantenernos psicológicamente saludables. Un coach puede ayudarte a poner foco en tus objetivos y mejorar tu organización personal, compartimos algunas ideas:

1. El primer paso es tomar conciencia

Una herramienta muy útil es la rueda de la vida. Sirve para analizar qué porcentaje de nuestro día dedicamos al trabajo, sueño, ocio y deporte. Monitorizar este aspecto durante unos días nos puede llevar a conclusiones sorprendentes: exceso de horas dedicadas a redes sociales o sobreexposición a información.

Lo ideal es que haya un equilibrio y todas las facetas estén representadas con arreglo a nuestras prioridades. Un ejemplo sería este gráfico:

Todas las facetas de tu vida en un gráfico.

2. Decidir las áreas en las que trabajar

Visto nuestro gráfico toca decidir en qué área empezamos a introducir cambios y si son varias priorizar e ir una a una. Si las metas son realistas, cumplirlas tendrá un impacto muy importante en nuestra motivación. Conviene recordar que es una elección propia y ayuda mucho cambiar nuestro discurso mental: sustituir los “tengo que" por los “voy a" .

3. Decidir las acciones

En este punto toca decidirse por una acción que nos comprometamos a poner en marcha en los próximos días. Lo mejor es compartir el compromiso que asumimos con alguien, y detallarlo al máximo: qué vamos a hacer, cómo, cuando, donde e identificar quien nos pueda ayudar. Ponernos metas realistas que a la vez nos supongan un reto, que nos desafíen.

4. Revisar

Si pasados unos días no hemos cambiado nada analizar qué nos está frenando y qué ganancia obtenemos de mantener todo igual. Aquellas acciones que procrastinamos o no queremos abordar esconden alguna razón más profunda que no queremos ver.

5. Celebrar

Y por último celebrar los logros. Una vez hemos introducido pequeños cambios en nuestra rutina eso generará el llamado “efecto bola de nieve" y cada vez nos será más sencillo continuar introduciendo nuevos hábitos. Las lecciones aprendidas nos permitirán avanzar más rápido en las próximas acciones. Y tú ¿cómo estás viviendo esta etapa? ¿Te animas a poner en práctica estos consejos y mejorar tu organización?

Puedes contactar con la autora de este artículo, Susana Jiménez Choclán, de Agile Coach y Experta en coaching integral, y obtener más información en su página web www.coach2grow.es